martes, 6 de septiembre de 2011

Sobre el machismo

Hemos sido testigos en las últimas décadas de la decadencia en la que ha caído el contexto machista y la violencia que ha generado e impera en la sociedad contemporánea, la cual ha tocado fondo y es necesario la integración y equivalencia de los géneros. Ambas visiones de la vida deberán intercambiar puntos de vista y ceder terrenos, para que el otro los ocupe y los nutra de sus propios conceptos.
Tratar de descifrar el momento o los momentos en el que ambos géneros fueron despojados de sus propias perspectivas, son las incógnitas a descifrar, por lo tanto las preguntas que creemos primordiales para tal efecto son convocadas en lo inmediato para ser resueltas a través de la reflexión de las mismas: ¿En qué momento, cuándo o dónde, quién o quiénes fueron lo que se encargaron de crear este orden social? ¿Por qué si éste genera depresión y represión, continua siendo un modelo a sostener, seguir y heredar? ¿Qué se ha perdido en los individuos que no se permiten romper con ello e iniciar una búsqueda en ascenso que permita generar un esquema social de equidad? Conscientes que la sociedad se construye y constituye (o por lo menos debería de…) por los géneros masculino y femenino, como así lo exponen todas las culturas antiguas y ancestrales, en su apreciación de la cosmovisión de los opuestos complementarios, principio de equidad y equilibrio, encontrando  en este sincretismo la visión de su cosmogonía, en donde, el universo se nutre de dicho orden dual: lo masculino y lo femenino, lo positivo y lo negativo, el día y la noche, la vida y la muerte…etc., dando armonía a un entrelazado metafísico perene.  En donde, lo masculino o apolíneo se encarga del orden, la estructura, mientras que en lo femenino habitan la libertad y la creatividad.
El reconocimiento de la existencia de ambas en nosotros mismos, así como el equilibrio, es lo que nos permitirá integrarnos como seres humanos individuales y completos.
Si bien es cierto que desde la aparición del hombre sobre la tierra surge la necesidad de instaurar un orden en el surgimiento del clan, llámese familia o sociedad, en éste, el hombre adopta, desde su nacimiento, el papel de surtidor y la mujer de cuidadora del nido, sin embargo, es el hombre quien se encarga de hacer valer su autoridad y dominar con ello, al otro u otra.
En la tesis presentada por Gerard Mendel, en la “XV Conferencia general de la UNESCO 1968”, menciona que:
“desde los comienzos de la humanidad, todas las sociedades se han apoyado en el fenómeno de la autoridad. (En donde) todas las formas de explotación del hombre por el hombre, en particular, tanto religiosa como económica, tanto del colonizado, de la mujer, como del niño” (Mendel, Gerard, 1982, p.11.).
Han dado pie a la construcción del esquema social beligerante, tal y como lo observamos ahora, en donde el dominio de la fuerza física, la fuerza bruta, han generado este desorden y caos.
Este androcéntrismo, impuesto por el hombre, en dónde él mismo se ha autoimpuesto como el líder absoluto, como:
“el centro del universo, como la medida de todas las cosas, como el único observador válido de cuanto sucede en nuestro mundo. Como el único capaz de dictar leyes, de imponer la justicia, de gobernar el mundo” (Moreno, Montserrat, 1993, p. 16).


Es
“precisamente esta mitad de la humanidad la que posee la fuerza (los ejércitos, la policía), domina los medios de comunicación de masas, posee el poder legislativo, gobierna la sociedad…” (Moreno, Montserrat, 1993, p. 16).
Es en ella, en la que por milenios la raza humana ha vivido, convivido y aceptado a ciegas y pasivamente estás leyes, normas y dictados.
La fuerza bruta, no puede seguir siendo un factor que dicte las reglas y el orden de una estructura social, la raza humana debe de aprender a vivir y respetar el sentir y fluir del universo sensible de lo femenino. Al respecto, Bede Griffiths, menciona que cada ser humano es lo masculino y lo femenino, en donde el ánima hace referencia a lo femenino o energía femenina, mientras que ánimus, se refiere a lo masculino a energía masculina (Griffiths, Bede, 1983). Y expone que:
“en cada persona se tiene que lograr un cierto equilibrio o armonía, pero (que) actualmente en el Occidente domina el aspecto masculino, el poder racional, activo y agresivo de la mente, mientras que en el Oriente domina el aspecto femenino, el poder intuitivo, pasivo y compasivo (Griffiths, Bede, 1983, p.3).
Al institucionalizarse dichos roles, como ya se mencionó, a través del clan, la sociedad (masculina) se ha adueñado de la familia de manera unilateral institucionalizando a la familia, y no conforme con ello, entrando en coerción y generando diversos aliados, que saben manipular muy bien los deseos, temores y la fe de los individuos, para sostener dicho orden; los roles sociales del deber ser, las instituciones religiosas (no la religión), el poder y todos los organismos que se encargan de que se lleven a cabo estos roles, generando un gran temor en los individuos, el cual se convierte en el arma más perversa de la humanidad, se unen para someter las voluntades, principalmente de la mujer. Bajo estas circunstancias y/o amenaza, se le dicta a la mujer y se le obliga a seguir las normas dictadas por ellos mismos, en donde:
“si tratas de ser libre, de romper tu dependencia, te condenarán a vivir en la soledad, en la esterilidad, sin amor; en la angustia de que estás haciendo lo que no te corresponde, de que haces algo pecaminoso porque te has atrevido a salir del anonimato” (Godoy Kohly, Sylvia, 1985, p.14).
Dichos roles dictados por este universo androcéntrico, nos han hecho perder perspectivas, lo hemos adoptado como una verdad absoluta, aunque percibamos su decadencia. Ambos sexos hemos adoptado lo que ésta dicta y no nos hemos permitido observar desde otras ópticas o abrir otros horizontes. 
Desde nuestro nacimiento se nos induce a recibir esta influencia social que condicionará y estructurará nuestra manera de ver y de comportarnos en el mundo. En donde la escuela, jugará un papel preponderante. Ahí se subrayarán “nuestras grandes diferencias”, convirtiéndose en el
“aparato reproductor de vicios y virtudes, de sabiduría y de estupideces. En lugar de enseñar lo que otros han pensado puede enseñar a pensar. En lugar de enseñar a obedecer puede enseñar a cuestionar, a buscar los porqués de cada cosa, a iniciar nuevas vías, nuevas formas de interpretar el mundo y de organizarlo” (Moreno, Montserrat, 1993, p. 10).
Es aquí en la escuela en donde la mujer (y el hombre por consecuencia) son marginados, es aquí en donde el sexo femenino pierde su valor, su identidad de sexo, y su género es degradado y sentenciado a estar detrás del hombre, se le “considera (pues) como un elemento social de segunda categoría” (Moreno, Montserrat, 1993, p. 11).
Pongamos un ejemplo: “Después de un trabajo escolar, dentro del aula, la maestra sentencia ‘los niños que vayan acabando pueden salir al recreo’, la niña permanecerá sentada, hasta que la maestra le explica que al decir, niño se refiere a ambos sexos, ‘niños y niñas’. Sin embargo, al poco tiempo esta unificación de sexos se verá destrozada, al mencionar la maestra ‘los niños que deseen jugar fútbol que levanten la mano’, aquí la maestra interviene oportunamente y menciona ‘SOLO LOS NIÑOS’, entonces surge una de las discriminaciones, más comunes y agresivas de nuestra sociedad, la mujer es arrojada a segundo plano, y a partir de ahí su nombre y género estará supeditado a lo que diga el género masculino… ‘los niños y las niñas’, ‘Juanito y María’, ‘hombres y mujeres’, etc.
Hemos subrayado la palabra maestra debido a que es importante mencionar la participación, conciente o inconciente de la mujer en el sostenimiento de dicho orden o esquema. Al respecto Monserrat Moreno, nos comenta que;
“Si la mujer las tolera es porque ella misma participa del pensamiento androcéntrico y tiene inconcientemente aceptados todos sus tópicos, es más, en multitud de ocasiones es su principal defensora y la inmensa mayoría de la veces su más fiel transmisora” (Moreno, Montserrat, 1993, p. 18).
La sociedad se ha conjugado (confabulado) de tal forma, en paralelo con lo ya mencionado, que todos los elementos que se han ido o que han ido, mejor dicho, insertando en ella; como la moda, las costumbres, la moral, la mercadotecnia, etc., han generado esquemas reducidos en el que el individuo tiene que construirse bajo estos conceptos para ser aceptado en la sociedad.  Entrando en el universo castrante del deber ser.
La mercadotecnia es la última herramienta de sometimiento que ha empleado este orden social, y en el que la mujer ha jugado un papel fundamental, no sólo al asimilar dicha propuesta, sino que también al alimentarla. Ella ha aceptado o ha sido doblegada, hasta creerlo parte de su existencia, convirtiéndose en aquello que el hombre exige de ella (ver. Anexo 1, se desconoce el origen): 
Tú no tienes otra cosa que hacer más que ser bonita, alegre, cuidadosa de tu persona y de tu hogar, para que nos gustes y merezcas el respeto y la consideración, no solamente de nosotros, sino de las mujeres que no se han atrevido a salir y conocer un  mundo creado y organizado exclusivamente para el hombre; pues si irrumpes en su mundo te convertirás en fea, antipática, masculina; o, en el mejor de los casos, en prostituta (Godoy Kohly, Sylvia, 1985, p. 15).
Sin embargo, en un ejercicio de justicias, deberemos de observar los dos rostros del fenómeno social contemporáneo desde el inicio del propio contexto.
Así tendremos que, desde los inicios de la socialización, el hombre ha sido manipulado de igual manera, al ser colocado como “guía” y portador de la carga de la dirección de la familia, castrándolo de su sensibilidad, al no permitirle externar su sentir, distanciándose de su eje humano.
“La sensibilidad, la ternura, la atención a las relaciones interpersonales, no tiene por qué ser patrimonio exclusivamente femenino. También los niños y los adolescentes tiene derecho a expresar sus sentimientos, a no tener que estarlos reprimiendo continuamente para que no se ponga en duda su virilidad” (Moreno, Montserrat, 1993, p. 66).
El hombre ha perdido toda capacidad de diálogo personal al no permitirse sentir, pero sobre todo no tener la capacidad de expresar lo que siente, finalmente y en el fondo, no se puede dejar de sentir, pero sí se ha aprendido a reprimir ese sentir, por lo tanto, el tiempo como aliado del equilibrio, ha jugado un papel fundamental en este orden o esquema y actualmente nos encontramos con una olla de presión a punto de estallar, y en dónde lo que estamos viviendo y viendo, no es más que la desesperación de la sociedad masculina por encontrar el regreso a sí mismo, el diálogo a aquello que me justifica… el sentir de todo; la vida, la muerte, el amor, etc.
Por el otro lado, “la peor maldición que pesa sobre la mujer es estar excluida de una situación de creatividad externa, ya que la suya es la continuación mecánica de la vida bajo las leyes biológicas” (Godoy Kohly, Sylvia,  1985, p. 16), la maternidad y los roles de hogar y éstas, no necesariamente son actividades que sean incluidas en los cromosomas femeninos. La “docilidad”, no es una cuestión genética, es una virtud de lo femenino, sin embargo, por la dominación de sus facultades, está habituada a la sucesión de su vida y no a la creatividad. Ha perdido interés por inventarse, ha dejado a un lado la misma sensibilidad humana, y se ha dejado manipular por aquello que ha propuesto el poder, el orden masculino.
“La pasividad de la mujer se remonta al inicio de la humanidad, dentro de un mundo hecho por el hombre y para el hombre; convirtiéndose en su sombra, en su esclava, la que no solamente arriesga la vida sino que la da por casualidad” (Godoy Kohly, Sylvia, 1985, p. 15).
Los seres humanos han perdido la conexión interna con la energía mística (Ortiz, Sandra. "La Profecía Celestina y las voces de Dios". Consultado en Noviembre, 13, 2010 en http://www.angelfire.com/tn/tiempos/religion/texto09.html), generando, la tan mencionada ruptura. “Al no haber una reciprocidad de inquietudes espirituales, se sienten incomprendidos e incapacitados para relacionarse el uno con el otro, encontrando ambos la soledad” (Godoy Kohly, Sylvia, 1985, p. 58).
“Como resultado tienden a sentirse débiles e inseguros, y buscan construirse a sí mismos asegurando energía de otros seres humanos, manipulando o dominando su atención. Si forzamos la atención de otra persona, nos sentimos estimulados por la energía de otros, haciéndonos sentir más fuertes, pero dejando a la otra persona débil. Normalmente ellos suelen pelear en contra esta usurpación de su fuerza, creado la lucha por el poder. Todo conflicto en el mundo se ve reflejado en esta batalla de energía humana. (Ortiz, Sandra. "La Profecía Celestina y las voces de Dios". Consultado en Noviembre, 13, 2010 en http://www.angelfire.com/tn/tiempos/religion/texto09.html)
Todas las culturas en el sincretismo y en los arquetipos han sido estructuradas por la parte masculina y esto ha llegado a que la sociedad logre que la mujer se oculte, desaparezca, aun ante ella misma. Podemos observar que (siendo) “la sensibilidad es una función estructurante arquetípica. Su caracterización es difícil, pues, finalmente, toda la materia viva es sensible”. (Botelho Byington, Carlos Amadeu. (2005, Octubre). “EL ALMA MASCULINA y LA FUNCIÓN ESTRUCTURANTE DE LA SENSIBILIDAD.                                                                                                                            Disponible: http://www.carlosbyington.com.br/downloads/artigos/es/el_alma_masculina.pdf)
Y el hombre y la mujer al ser castrados de la posibilidad y de la libertad de seleccionar, de elegir y de decidir por la ruta que ellos requieran o necesiten en lo particular, comienza un distanciamiento y un ocultarse, iniciando así una selección darwiniana  en donde el más apto es el que sobrevivirá a dicho “orden”. Así pues, nuestra sociedad esta lastimada por dicho cercenamiento, por la propia ausencia y por lo que le fue impedido ser o dejar de ser.
En el momento que se adoptaron los roles hombre-mujer los dos fueron expulsados de su eje, pero de manera diferente. La mujer es silenciada pero sin perder su naturaleza y su sensibilidad, el hombre, castrado y expulsado de su sensibilidad, por eso en la visión periférica la mujer puede regresar a si misma por el silencio al que ha sido sometida, mientras que el hombre perdió, extravió la periferia y no sabe cómo recuperar su centro, no sabe cómo recuperar su sensibilidad, ha perdido la capacidad de recuperar su universo sensible.  El hombre no puede observarse a sí mismo por falta de la sensibilidad y como no está, no se ha permitido voltear los ojos a la otra o al otro, no sabe como leer las acciones de la mujer.
Generalmente nos referimos a lo que él tiene y ejerce de forma poderosa y distorsionada, y casi nunca percibimos lo que él no tiene y que sufre por no tener y, peor, lo que él no tiene y ni siquiera puede sentir que no tiene, porque, si lo hiciera, estaría deponiendo contra su papel de “hombre-social”.
“Es sorprendente, que estas características, que el hombre patriarcal está impedido de tener y de ejercer, constituyen su sensibilidad. Ella está tan prohibida que la insensibilidad pasó a formar parte del papel del hombre patriarcal, es decir, por más educado y refinado que sea, él, en el fondo, está forzado a ser insensible y rudo en muchos aspectos de su vida afectiva y profesional.” (Botelho Byington, Carlos Amadeu. (2005, Octubre). “EL ALMA MASCULINA y LA FUNCIÓN ESTRUCTURANTE DE LA SENSIBILIDAD” Un Estudio de la Psicología Simbólica Junguiana. p.4)
Dicha postura, castrante, limitante y frustrante, ha generado en ambos sexos, posesionarse de propio género llevándolo a encontrar satisfacción en sí mismo. El diálogo entre ambas energías se ha roto.
 “El desconocimiento de lo que es la sensibilidad del hombre todavía es tan grande que Jung, que enfatizó tanto la bipolaridad psicológica en el hombre y en la mujer, se refirió frecuentemente al Ánima como la parte femenina del hombre. Pero, cuando procuramos la definición de femenino en el diccionario y encontramos “algo perteneciente a la mujer”, quedamos frustrados, pues creíamos que descubriríamos lo que era la sensibilidad del hombre y acabamos volviendo a la mujer. En ese sentido, es fácil hablar de la sensibilidad del hombre cuando él sueña con una mujer o se apasiona por ella. Pero, si él se viste creativamente, gusta de cocinar y de escribir poesía, es humilde, delicado con las personas, inclusive con otros hombres, tiene placer en decorar la casa y perfumarse, decir que esto es cosa de mujer evade la búsqueda del conocimiento de lo que es su sensibilidad. (Botelho Byington, Carlos Amadeu. (2005, Octubre). “EL ALMA MASCULINA y LA FUNCIÓN ESTRUCTURANTE DE LA SENSIBILIDAD” Un Estudio de la Psicología Simbólica Junguiana. p.6)
El hombre ha iniciado una ruta de retorno a su origen, y para ello, se abre otra hipótesis. Cada género ha de recuperar su amor propio, entendiendo éste como el… recuperar el amor, respeto y admiración por su propio sexo, sexualidad y sensualidad. Amarse a sí mismo, como género y energía, es el camino que parece dibujarse en el horizonte.
La mujer por su parte, al igual que el hombre,  sigue dando círculos sobre su propio eje, en espera pacientemente a que su espíritu doblegado, expulse las ideas que no le pertenecen, e inicie una ruta de ascenso para observarse,  y encontrar una ruta o un camino de reencuentro de sí misma, de su energía femenina. Sin embargo, este ascenso se ha visto afectado por el abuso de la testosterona. La mujer ha ido conquistando peldaños en la pirámide masculina y no se ha preocupado por valorar la fuerza de la energía femenina. Al respecto Julieta Riveroll, en su artículo; “Festeja Gioconda Belli ser mujer” Disponible: http://www.partidoizquierdaerotica.com/ , transcribe las propias palabras de Gioconda, quien expone: Necesitamos valorar, no cambiar, la feminidad. Debemos pasar del querer ser como hombres y tener todo lo que tienen los hombres a validar lo que significa ser mujer”.
Avizorando, tocando y penetrando en el arquetipo de la mujer, visto éste, desde el lenguaje universal del las culturas antiguas, desde lo femenino como energía…, energía creadora, el universo como ente femenino que se recrea a sí mismo o tiene la capacidad de procrear o recrear…
Este concepto arquetípico de lo femenino lo habremos de contemplar desde la mirada, de Jung, quien es parafraseado por Engler Barbara, quien nos expone que; “Un arquetipo es una forma de pensamiento universal o predisposición a responder ante el mundo de ciertas maneras” (Jung, 1936) (Barbara, Engler p. 82).
Siguiendo esta ruta, por supuesto que hemos sido testigos de que lo femenino de la mujer ha ido surgiendo, podemos observar que el empoderamiento de la mujer ha sido a través de la nobleza y la inteligencia de lo que dicta lo femenino. Tomando finalmente la batuta del futuro desarrollo de un nuevo orden y esquema social.
De aquí se desprende una de las tesis que dan fundamento vital a la visión y propuesta que encierra el proyecto de “Rostros Silenciados”, en relación a la participación del hombre en sostener el tan mencionado esquema social castrante, para ambos géneros. La pérdida y falta de capacidad para retomar su universo sensible, ha generado que el hombre deambule sin brújula que lo guíe, hacia su propio universo sensorial-sensible.
Nuestras proyecciones…
“se mezclan con la naturaleza del blanco sobre el cual fueron proyectadas. Así, sucede que nuestro viajante, al llegar cerca de su sensibilidad, descubre que él sólo la conocerá en el territorio del amor, y que esa vivencia depende del encuentro con la mujer, con la compañera de viaje. Sorprendido, él se da cuenta también de que su descubrimiento depende del amor, porque, para conocer su sensibilidad, necesita que ella también lo haga. Y la sorpresa siguiente es que todo lo que había proyectado en ella y que estaba prohibido para él, y que él ahora comienza a integrar, no completa la sensibilidad de ella, pues... lo que le hace falta a ella estaba proyectado en él. Iniciativa, creatividad, poder, conocimiento, realización, independencia, autosuficiencia, autoestima, y hasta superioridad estaban proyectados en él, y ella necesita también de buena parte de eso para saber quién es. (Botelho Byington, Carlos Amadeu. 2005. “EL ALMA MASCULINA y LA FUNCIÓN ESTRUCTURANTE DE LA SENSIBILIDAD” Un Estudio de la Psicología Simbólica Junguiana. P.8) http://www.carlosbyington.com.br/downloads/artigos/es/el_alma_masculina.pdf
Conclusión:
Ante tal maraña de ideas, lo que corresponde es contemplar que el suceso de reencuentro consigo mismo, ha iniciado, sin embargo, el de la mujer, como ya se ha señalado, ha ido tomando terreno en el mundo de los hombres en las últimas dos décadas a través del uso excesivo de la testosterona, en donde el hombre ha sido expulsado, ha generado una barricada en donde difícilmente se puede penetrar o colocar como colaborador, el conflicto, visto desde esta trinchera, se observa infranqueable. Sin embargo, y sin perder de vista la periferia de la propia filosofía, habremos de sumarnos felizmente a la visión y propuesta realizada por una mujer, quien años a, ha pensado e ideado un concepto que encierra la propuesta del presente proyecto “Validar lo que significa ser mujer” (Riveroll, Julieta. “Festeja Gioconda Belli ser mujer” Disponible: http://www.partidoizquierdaerotica.com/
Gioconda Belli como antecedente e inspiración contemporánea, nos lleva de la mano a cerrar el paréntesis abierto por Sylvia Godoy Kohly, con “Cadena Perpetua”,
Nos invita a reflexionar acerca de esta “revolución”, en el que la mujer despierta a una postura impuesta por la mecánica social. Más que feminismo es una cuestión natural de posicionamiento y respeto hacia las decisiones del lugar y rol que quiera cada uno tomar en la vida independientemente  del género que sea. No por el hecho de ser las procreadoras signifique que naturalmente sean menesteres arraigados al género, y por otra parte tampoco debe de ser lo que estipule lo que deba de hacerse en la vida.
La vida va mucho más allá de esto. Nos convoca a hablar de seres humanos que pueden delinear su vida de acuerdo a sus gustos y pasiones. Es una cuestión de revalorar los géneros independientemente de su definición.
Abrir otras vías de observarnos, romper con la cadena del androcéntrismo, visualizarnos como una sociedad equitativa, presentar nuevos modelos de esquema social, y no seguir batallando con uno mismo que por cerrado y antiguo, es obsoleto, presentar a las nuevas generaciones nuevos esquemas conductuales y de comportamiento, enseñar a pensar y discernir es la consigna.
Hombres, el machismo, el androcéntrismo, rompen el equilibrio.
Mujeres, el mutismo, la ceguera, la apatía, rompen el equilibrio.
¡Oh, mujer, mujer! ¡Cuándo cesareis de vivir a ciegas!
E. Lairtuillier, Mujeres en la Revolución Francesa, Editions Ferni, Ginebra. 1974. (Godoy Kohly, Sylvia, 1985, p. 47).
                                                                                                          












Bibliografía

_ Botelho Byington, Carlos Amadeu. (2005, Octubre). “EL ALMA MASCULINA y LA FUNCIÓN ESTRUCTURANTE DE LA SENSIBILIDAD” Un Estudio de la Psicología Simbólica Junguiana.
Conferencia dictada en el VI Encuentro Jung & Cuerpo, realizado en el Instituto Sedes Sapientiae, en São Paulo, Octubre del 2005 y por invitación de la Asociación Venezolana de Psicología Analítica, de la Escuela Venezolana de Psicologia Profunda y del Centro de Estudios Junguianos de Caracas, en Caracas, Noviembre de 2005. Carlos Amadeu Botelho Byington es Médico Psiquiatra y Analista Junguiano. Miembro fundador de la Sociedad Brasileña de Psicología Analítica. Miembro de la Asociación Internacional de Psicología Analítica. Educador e Historiador e creador de la Psicología Simbólica Junguiana. E-mail: c.byington@uol.com.br site: www.carlosbyington.com.br
_ Festeja Belli ser mujer Por Julieta Riveroll      http://www.partidoizquierdaerotica.com/
_ Engler Barbara; Introducción a las teorías de la personalidad. México: McGraw-Hill, p. 82. http://www.espaciologopedico.com/recursos/glosariodet.php?Id=160
_ Godoy Kohly, Sylvia. (1985). "CADENA PERPETUA" Liberación Femenina ¿fracaso o esperanza? México. Editorial Diana.
_ Griffiths, Bede. (1983.). "El matrimonio entre oriente y occidente" Una Continuación de La Cuerda de Oro. London: First published by Fount Paperbacks. 
_ Mendel, Gerard. (3a edición 1982). "La Descolonización del niño". Barcelona, España.: Edit. Ariel.
_ Moreno, Monserrat. (2ª edición1993). "Como se enseña a ser niña": El sexismo en la escuela. Barcelona, España.: ICARIA Editorial, S. A.
_ Ortiz, Sandra. (). "La Profecía Celestina y las voces de Dios". Consultado en Noviembre, 13, 2010 en http://www.angelfire.com/tn/tiempos/religion/texto09.html 





Concepto sobre la Danza Contemporánea

Concepto sobre la Danza Contemporánea
            Antes de iniciar y tratar de elaborar, pretenciosamente, ¿A qué llamamos Danza Contemporánea?, habremos de verbalizar el término o concepto de “Contemporáneo” ¿En dónde surge el término, por qué y para qué?, así como también habremos de discutir si el termino sigue siendo adecuado, para el formato de danza que actualmente se desarrolla. Por ello, creo conveniente exponer la siguiente pregunta; “Contemporáneo” ¿Es un término que tiene vigencia? Creo que es indispensable discutirla, por ello es indispensable iniciar con el significado del término o concepto de “Contemporáneo”.
Contemporáneo, Es una palabra que se acuña a todo aquello que se desarrolla en el presente inmediato, que sucede en la actualidad bajo un mismo contexto, de ahí podemos mencionar que:
Como adjetivo calificativo, el término contemporáneo sirve para señalar todos los hechos, circunstancias o fenómenos que toman lugar entonces en el tiempo presente y que son parte de una realidad particular actual, contrapuesta a las realidades de otros períodos históricos del ser humano. http://www.definicionabc.com/historia/contemporaneo.php
            Por lo tanto, podríamos decir que todos los tiempos han tenido su contemporaneidad, lo cual nos sugiere que la danza siempre ha sido contemporánea, sin embargo y sin querer romper todavía de tajo con las herencias, diremos que “no”, pues el término no existía como tal, sino hasta después de 1789 (Revolución Francesa).
Pero para la sociedad, ese fenómeno que tiene que nutrirse de diversas directrices para poder ser entendido, ha tenido que generar diversos periodos, momentos y clasificarlos, adjetivisarlos y calificarlos propiamente para poder tener u obtener una supuesta “fácil lectura”.
            Habremos de contemplar a su vez, que dicha lectura siempre es realizada por los mismos, es decir, los mismos que siempre ponen, imponen y han impuesto nombre a todos los sucesos de la raza humana, como si dentro de sus clasificaciones  de verdad estuviera incluida, “LA RAZA HUMANA”… (Occidente, por supuesto…)
Ello nos obliga a cuestionar ¿Quién o quiénes les han permitido hablar por todos? ¿Cuándo se ha consensuado dicha terminología que abarca o pretende abarcara  a la “RAZA HUMANA”? pero eso es otra cuestión que se habrá de discutir en otro momento o foro. Sin embargo, empuja o nos empuja y nos lleva al borde de contemplar con otros ojos el horizonte, y una vez más preguntar ¿Si nosotros estamos contemplados en dicho parámetro, o somos tan necios que buscamos las maneras de incluirnos? ¿De ahí qué somos, quiénes somos y qué hacemos?…
            Siguiendo con el planteamiento inicial, y tratando de no distraernos del objetivo del presente trabajo, presento una nota que menciona el momento “histórico” en el que se plasma por primera vez el término “Contemporáneo”, el cual fue acuñado, adivina por quién?...
De acuerdo a los parámetros históricos se considera contemporáneo a todo aquello que haya tenido lugar luego de la Revolución Francesa (1789). Este evento particular ha sido aceptado como el fin de la Edad Moderna y el comienzo de la Edad Contemporánea que dura hasta nuestros días. En este sentido, todos los eventos históricos, políticos sociales y económicos así como también las creaciones culturales, religiosas y mentales del ser humano que se hallen en este período de tiempo serán consideradas contemporáneas. http://www.definicionabc.com/historia/contemporaneo.php
Wow…, como se dice actualmente o “contemporáneamente”…, dicho término posee ya más de 200 años (doscientos años), por lo tanto y reforzando un párrafo arriba mencionado todo puede ser o todo debería o ha sido en su momento “contemporáneo”. Ahora bien, pregunto, ¿Cuánto tiempo dura lo Contemporáneo? ¿Quién dicta, tal periodo?, pues si seguimos el párrafo anterior y nos echamos un clavado en la historia, descubriremos que la historia es un ser vivo, mutable, modificable. En nuestros tiempos modernos podemos decir, vertiginosamente transformable (permanentemente).
            En fin, y con la intención de no perder de vista a la danza, tomaremos o continuaremos con las clasificaciones generales.
El tiempo inexorable avanza, un poema de dominio popular nos lo hace notar que; “El hombre dice que pasa el tiempo, el tiempo dice que pasa el hombre”, el hombre sigue su ruta de transformación, y así en un santiamén que dura cien años, el hombre abre la compuerta del “Modernismo”, término este que abraza todo aquello que rompe con el clasicismo de la sociedad, lo dionisiaco irrumpe en lo apolíneo, y lanza su propia lectura o visión de todo aquello que inicia o renace ante este nuevo lenguaje…  
Sin embargo, y sin perder de vista nuestro objetivo, habremos de tomar este término “Modernismo” como punta de lanza, que se acuñe a todo un proceso de una nueva visión de la sociedad, y nos enmarca el surgimiento de una nueva visión filosófica del ser occidental.
Éste, el Modernismo, es un término que surge a finales del siglo XIX y que ante la necesidad de nombrar de alguna forma a todo aquello que se comienza a generar y que rompe con las tradiciones clasicistas, producto un nuevo enfoque de las nuevas estructuras socio-políticas-artísticas-culturales-filosóficas  que se venían sustentando ha partir de herencias rebasadas, por la propia movilidad del pensamiento occidental.
    El Modernismo, es pues, la manera de nombrar a todo aquello que se divorcia, de todo aquello que pretendía encajonar todo suceso realizado por el hombre (occidental) y que enmarca y marca la ruta a seguir para darle un nuevo sentido a  las corrientes transformadoras.
Por ello y ya entrando en tema, habremos de decir que “El término “danza moderna” surgió en 1926 con la primera función de la Graham para categorizar un tipo de expresión inédita http://www.revistaantidoto.com/danza.php?ed=15
“En 1926, Martha Graham presenta sus primeros trabajos: Primero con su trío, que reúne a las bailarinas Betty MacDonald, Evelyn Sabin y Thelma Biracree. Durante el recital del 18 de abril de 1926 (que será una fecha importante en la historia de la danza moderna), ofrecida en el teatro de la calle 48 de Nueva York, Martha Graham presenta una serie de composiciones cortas interpretadas por su trío y algunos solos que ella misma ejecuta” (Baril, Jaques. 1987. p. 83).
Todas estas creaciones se presentan bajo una forma distinta de aquellas  a las cuales el público está acostumbrado. Es entonces cuando, para distinguirlas de las precedentes, se empieza a calificar de modern dance esta nueva forma de danza” (Baril, Jaques. 1987. p. 84).
Sin embargo, habremos de entra en otra discusión, pues este término si bien es cierto que se acuño en los Estados Unidos, no podemos dejar de contemplar que en Europa, específicamente en Ascona, Suiza, en el Monte Veritá. Mary Wigman, Rodolf Von Laban y una serie de anarquistas, desarrollaban todo un bagaje de exploraciones temáticas relacionadas con la danza, el cuerpo y demás…
De ahí y siguiendo nuestra línea del tiempo, lo que precede a la “Danza Moderna” habrá de llamarse “Danza Contemporánea”, a un y a pesar que la misma Graham ya hacia “Danza Contemporánea”…
Siguiendo tal línea habremos de ver surgir al padre o precursor de la “Danza Contemporánea” en Norteamérica, Merce Cunningham, quien a su vez, habrá de voltear los ojos a lo ya experimentado y realizado en Europa, al observar que la danza en América, ha sufrido de una enorme carencia de reflexión y continuidad, así como de individualidad en dónde; Isadora Duncan, hija del modernismo, contemplaba sus danza a través de la relación que la naturaleza le ofrecía para realizarlas; Ruth St. Denis, contemplaba a la danza como un rito, una gracia de lo divino, lo cual le hace voltear los ojos hacia oriente de donde nutrirá su quehacer artístico, realizando infinidad de obras coreográficas relacionadas con la deidad, cualquiera que esta fuera, pues su finalidad era la alabanza a través del movimiento, Ted Shawn, quién en un principio deseaba dedicarse a ser clérigo, descubre en la danza la manifestación de la energía masculina, la cual desarrolla a lo largo de su vida, en donde explora y experimenta el movimiento a partir de los principios de F. Delsarte.
Acercándonos al final de esta visión, habremos de contemplar pues, la sucesión de estafetas, en donde la “Danza Contemporánea”, hija directa de la “Danza Moderna”, surge no ya por una necesidad, y no por un orden, en donde lo expuesto a través de la exploración de los principios básicos del movimiento; espacio, tiempo, peso o forma y fuerza o dosificación de la energía. Se convertirán en elementos de un profundo análisis… arroja nuevas formas de comunicar a través del cuerpo y de por supuesto… de la danza.
Por ello, habremos de cuestionarnos si el término “Contemporánea” es vigente en pleno siglo XXI o si es, una moda, una herencia, una carencia de poder clasificarla a partir de sus nuevas estructuras o simplemente la facilidad que el concepto nos aporta, pues nos queda claro que lo contemporáneo corresponde a lo “actual”, siendo más fácil decir “Contemporáneo”, que abrir toda una discusión al suceso…
Merce Cunningham, junto con Alwin Nikolais, figuras fenomenales del surgimiento de la “Danza Contemporánea” en los 40´s, rompen con el empleo tradicional del espacio, el cuerpo y de todos los elementos hasta ahora convocados por la danza… Merce Cunningham utiliza el azar como herramienta del cuerpo, juega con el movimiento y la música y las casualidades que se pueden entrelazar en el juego visual, corporal, auditivos. Mientras que el Nikolais despersonaliza al bailarín-individuo al mezclar diversas elementos tecnológicos, principalmente la iluminación, música electrónica (elaborada por él mismo) y el empleo de objetos escenográficos diversos. Todo ellos generando un discurso abstracto, difícilmente asible bajo un contexto común.
Habremos de contemplar que dicho término; “Contemporáneo”, se verá severamente afectado a partir de las propuestas elaboradas por Michel Foucault, al referirse que la historia es un espectro distorsionado en donde los conceptos pierden su vigencia ante las o los nuevos rompimientos de paradigmas, en donde sugiere y devela, que la historia no tiene que ser forzosamente una guía para generar nuevas estructuras, las cuales ya han cubierto y se han desgastado ante la imposibilidad de seguir patrones que ya nada tiene  que ver con el nuevo orden de las cosas.
La historia ya no se puede contemplar a partir de la historia misma, sino que es un nuevo germen que se debe de construir o reconstruir a partir de sus nuevos aparatados, por ello el término “posmodernismo” (generado en las décadas de los 60´s y 70´s),  sugiere una nueva visión de las cosas.
El posmodernismo, la “Danza Posmoderna” que le sigue a la “Danza Contemporánea” y generada por los alumnos de los arriba mencionados, aunado a la corriente alemana, de donde veremos surgir a tantos y tan diversos artistas como Pina Bausch, Johann Kresnik, Reinhild Hoffmann, Susanne Linke, etc. Trascienden el término de “Danza Contemporánea”…
            Por todo ellos, no podemos quedarnos casados con los términos que se nos han heredado, pues el orden, la estructura, así como diversos conceptos han dejado de ser funcionales o descriptivos, he incluso han acorralado una enorme diversidad de nuevas formas que han ido surgiendo gracias a los diversos implementos sociales, tecnológicos, antropológicos, etc., que la nueva sociedad ha ido construyendo a finales del siglo pasado y principios de este, por lo tanto, dudo mucho que el empleo de la palabra, término o concepto “Danza Contemporánea” siga siendo el adecuado para mencionar lo que actualmente está sucediendo con el hecho dancístico.
            Este significante, adquiere una enorme diversidad de significados ha según el horizonte geográfico en el que se desarrolla, el término “Danza Contemporánea”, es pues una diversidad y multiplicidad de formas, visiones y sentidos en el que es tratado el quehacer dancístico, al respecto:
“el coreógrafo canadiense Paul André Fortier, expuso en una mesa redonda sobre teatro-danza publicada bajo el título: Ese niño incestuoso sostiene que <La gente necesita nombrar las cosas, darle una marca comercial: danza, teatro, teatro no verbal, danza-teatro. Estos vocablos intentan identificar las cosas nos influencian  pese a nosotros mismos, aún si no se corresponden necesariamente con lo que hacemos. Para mí, lo que actualmente importa es traducir  mis ideas. Lo hago por fuera del contexto, lo hago en movimiento” (Lábate, Beatriz. p. 9 -10).
Continúa su exposición diciendo que:
         Para mí eso quiere decir: despegar de la realidad, reorganizar los elementos esenciales de la escena, los cuerpos, y utilizar mis fantasías a fin de poner todo eso en estado de ser mirado y escuchado. (…) No es más teatro, no es más danza, ni mimo, ni danza social, ni esto, ni aquello…”(Lábate, Beatriz. p. 10)
Solo es DANZA…
Ante tal visión, que no pretende más que apoyar la tesis planteada a lo largo del presente documento, expondremos como conclusión que la “Danza Contemporánea” es; la convergencia del cúmulo de saberes adquiridos, puestos y expuestos a disposición del arte escénico-dancístico, en donde el artista-plástico creador complementa de manera coherente todos los elementos convocados en un significado único que permita al espectador encontrar sus propios significados.
            La “Danza Contemporánea”, no puede ser un concepto, o ha dejado de ser un concepto de una sola lectura, que signifique un  todo específico, se ha convertido, al igual que todo desarrollo o hibrido social, en un todo único excluyente que invoca y convoca a infinidad de disciplinas y saberes que confluyen en este fenómeno escénico.
            Finalmente te comparto un texto (modificado para este trabajo) que escribí para el primer encuentro “Laban” en el 2008, en el CenArt., el cual se refiere en un sentido general a lo que es la Danza y lo que ella ha significado en la vida y existencia del ser humano:
“La danza siempre ha guiado a los hombres al despertar de la conciencia, lo ha enseñado a dialogar con el corazón. –Poseedor de infinitos secretos- La danza, junto con el espíritu del hombre se regocija ante la vida por el placer de haber encontrado el manantial de la propia existencia…
Compartir la propia existencia, es la misión, para algún día, ver reflejado el rostro de Dios en el otro…” (Chanona, Jorge. 2008)

Maestro, con este texto, no pretendo más que compartir con usted, una enorme inquietud que es necesario reflexionar sobre nuestro quehacer dancístico, así como contemplar la enorme diversidad de disciplinas relacionadas con el cuerpo… y no. Todas ellas han sido y son convocadas por la “Danza Contemporánea”; Filosofía; Tecnología; Espacios Diversos; así como lo ya dicho, un sin fin de técnicas, estilos y demás herramientas que confluyen ante la necesidad y posibilidad de comunicar de múltiples manera aquello que nos inquieta y nos convoca a externarlo a través de nuestro discurso, la danza (“contemporánea”), la cual, al igual que todo lo anterior, es una herramienta más que nos permite externar a través del movimiento, nuestro propio universo…  


Referencias:
Libros:
_          Baril, Jaques. (1987). La danza moderna (1a edición). Barcelona: Paidós.
Referencias Internet:
_              Lábate, Beatriz. “Teatro-danza”, Los pensamientos y las prácticas. Cuadernos de Picadero. Cuaderno No. 10 Instituto Nacional de Teatro – Septiembre 2006. Buenos Aires. Argentina.
Video:
_              Resonancias. Idea original: Pilar Urreta; Realización, Edición y Fotografía: Joaquín Guzmán; Textos y voz en off: Jorge Chanona. CanArt, ENDCC. México. 2008.

                                                                                                                     

Loïe Fuller "La Creatura de la Luz"

Loïe Fuller
“La Creatura de Luz”
Loïe Fuller. 1910. Paul Boyer.
(Nace en Fullersburg Illinois, 22 de enero de1962
Muere en París, 21 de enero 1928)
           
Loïe Fuller es una mujer que impacto con su inteligencia, inventiva y astucia, el pensar y hacer del arte escénico a finales del siglo XIX y principios del XX.
Dejo honda huella en algunas de las mentes más brillantes de diversas disciplinas humanas; ciencia, arte; danza, pintura, escultura, entre otras…
Marco una ruta a seguir, que influenció el ser, quehacer y pensar de la danza de figuras como Isadora Duncan. Promovió y realizó diversos hallazgos escenotécnicos, así como el manejo de diversos elementos escenográficos y el empleo fantástico de la utilería.
Loïe, es así, escritora, actriz, productora, inventora y por supuesto bailarina. Es innegable que la Fuller, era una mujer sumamente analítica, por todo aquello que aporto al escenario, y en relación a la virtud que poseen aquellos que se han atrevido expresar sus ideas, y más aún, las han llevado acabo, nos encontramos con el pensar que sobre el movimiento y obviamente que sobre el cuerpo, poseía Loïe  Fuller, al externar sus ideas abiertamente y compartirnos su visión al respecto;
“Qué es danza?
Es Movimiento
Qué es Movimiento?
La expresión de una sensación
Qué es Sensación?
La reacción en el cuerpo humano
que se produce por una impresión o idea percibida por la mente”
(Pérez Wilson, Simón. p. 3)

  Loïe, es así, una gran observadora y de la mano, la traductora de todo aquello que su pasión le incitaba a descubrir. Fue una mujer predestinada a desarrollar su vida, su arte y su sensibilidad a través del arte escénico y del espectáculo.
La casualidad, aliada incondicional de grandes figuras del arte y la ciencia, le sonrió a la Loïe, cuando a la edad de 27 años, después de un ensayo de una obra de Charles Hoyt, “Quack, Doctor en Medicina”, es tocada por el destino al interpretar el papel de una viuda que tenía que ser hipnotizada por el Dr. Quack. La Fuller solicitó anticipadamente al electricista del teatro que empleara luces de color verde y al director de la orquesta que usara la sordina al momento de ejecutar sus instrumentos… Esa misma noche utilizaría un vestuario que posteriormente se convertirá en su carta de presentación y reconocimiento mundial.
Permítaseme abrir un paréntesis en relación al surgimiento y empleo del vestuario en cuestión, ya que diversas fuentes difieren de la narración del suceso, en dónde el único punto en el que convergen es que el hecho da en la ciudad New York:
            _          En el libro “Historia de la danza desde sus orígenes”, de Markessinis, Artemis. Expone que la Fuller “encontró en un baúl una falda de tela ligera, larga, de seda blanca que un oficial hindú le había regalado una vez”. (1.1) (Markessinis, Artemis. (p.137)
            _          Jaques Baril, escribe que, Loïe Fuller, recordó que en su guardarropa había “un regalo que dos jóvenes oficiales ingleses conocidos en Londres en casa de unos amigos, le habían mandado de la India, una falda muy fina de seda blanca. (Baril, Jaques. P. 38-39)
            _          y finalmente Alberto Dallal, en “Fémina danza”, cita a un cronista de El Universal, quién le realizó una entrevista a la Fuller en su visita a México en 1891, y en donde ella de viva voz, narra realmente como fue que se dio dicho hallazgo;
         “Una noche que trabajaba en el Teatro del Casino de Nueva York, uno de sus admiradores le envió como obsequio una caja que contenía una exquisita tela del Japón que era de una transparencia y finura inigualables; la Loïe que se estaba cambiando traje, quiso juzgar del efecto del obsequio sobre su cuerpo, y al hacer algunos movimientos casuales frente al espejo, vio que la tela adhiriéndose a su cuerpo le daba un aspecto fantástico, y en ese momento nació en su mente la idea de crear un baile en el que pudiera sacar partido de su descubrimiento. El baile se vio por primera vez en el mismo Teatro del Casino y el éxito fue sorprendente; el público acudía en masa a admirar a la “Serpentina”… (Dallal, Alberto. p.61)

            Como podemos apreciar, el conjunto de los elementos provocaron un giro radical en el quehacer de la Fuller, quien “después del estreno neoyorquino, se puso a experimentar en su casa delante del espejo (infinidad de posibilidades en el manejo de la tela); su carrera estaba decidida. (Markessinis, Artemis. (p.137)
            Loïe Fuller, mujer incansable, se supo rodear de gente igualmente brillante entre los que se encontraban los escultores; Auguste Rodin (su gran admirador), Théodore Riviére, Roaul Larche; el pintor y diseñador de muchos de sus carteles para el Folies Bergeré, Henri de Toulouse- Lautrec: la famosa bailarina Isadora Duncan, quien llegó a bailar en su compañía;  los científicos, Marie Sklodowska-Curie y su esposo Pierre Curie, formaban parte de sus amistades, junto con el astrónomo francés Camille Flammarion, entre otros. Al mismo tiempo que impactaba la sensibilidad de Yeats, Alejandro Dumas hijo y Jules Claretie, este último será quien  la animará a escribir sus memorias “Quince años de mi vida”…


Al respecto de sus amistades, se cuenta dice Dallal, “
“que cuando la Fuller supo del descubrimiento del radio por los esposos Curie, se apresuró a escribirles una carta que Marie Curie califico de “naif”. Se había dado a la publicidad el hecho que el radio emitía una pálida y mágica luz que irradiaba a partir de un trozo del mismo elemento. Esto llamo la atención de la artista y pensó que podría utilizarse para lograr un efecto dancístico” (Dallal, Alberto. p.64).

Tiene a su vez “la idea de prolongar sus brazos mediante unos largos bastones (también invención y diseño de ella), lo cual le permite hacer ondular amplios velos que producen extraordinarios efectos de ondulación creando extrañas e invisibles formas fantasmagóricas” (Baril, Jaques. 1987. p. 39).
Habremos de contemplar a su vez, que ante tal escenario creativo, la Fuller, inicia una serie de experimentos y descubrimientos con el manejo de la luz, que al respecto Dallal nos relata que en cierta ocasión, dichos experimentos “la hicieron sufrir lo indecible al grado de que en una ocasión, al explotar las sales con las que experimentaba en su laboratorio, perdió toda su cabellera. (Por tal motivo) Los vecinos, fascinados, comenzaron a llamarla “La Bruja(Dalla, Alberto 1985. p.58).
            Los experimentos y descubrimientos que realizó en el manejo de las luces le otorgaron otro mote que perduraría por el resto de su vida “La creatura de luz”, sobrenombre que le quedaba a la perfección. Sus experimentos con la luz, la llevan a explorar con distintos focos de proyección, sustituyendo la luz lateral, o más bien agregando y jugando con la luz desde diversas direcciones, en donde se pueden contemplar luces diagonales, creando un teatro de sombras, a la vez que realiza una gran innovación para su “Danza del fuego” al desprender parte del piso, sustituyéndolo con cristales, e insertando luces que proyectarían la luz de abajo hacia arriba. Algo realmente sublime para su época. Era la primera vez que movimiento y luz convivían en el escenario.
“con Loie Fuller tenemos el comienzo de un trayecto posible de la relación entre danza y tecnología, queremos enfatizar que más allá de los aportes técnicos que han sido ampliamente reconocidos, pensamos que aquí se enraíza también una discusión muy poderosa acerca del movimiento, una posibilidad de pensar la danza como un lenguaje que se muestra como conectivo e híbrido, técnico y abstracto, que no sólo puede ser presentado de una manera unívoca, sino que más bien es parte de un proceso de constitución, un proceso que puede mostrarse como producto de diversos cruces, Fuller abre la posibilidad para dicha puesta en marcha.”

Loïe Fuller, se convierte en una viajera incansable, la mayor parte de su carrera artística-dancística, la desarrolla en Europa (Francia), en donde la comunidad artística le abre sus brazos y la acoge como una gran artista que su talento merecía en ese momento.
            Loïe, viajaba “con todos los aparatos que necesita, que son de su propiedad y muchos de ellos de su invención; la acompañan siempre doce empleados, siendo tres de ellos ingenieros electricistas” (Dallal, Alberto 1985. p. 63).
            Loïe Fuller es por mucho un elemento sustantivo, no tanto en el surgimiento de la danza moderna, aunque la influencio directamente, sino del arte escénico, del espectáculo, de la conformación y conjunción de elementos diversos al emplearlos de manera magistral.
Encontramos en ella la genialidad y la inspiración para hacer de nuestro arte dancístico un todo coherente, en donde todos los elementos invocados y convocados, conviven en la conformación de un espectáculo.
En definitiva, mucho le debe la danza moderna a esta gran mujer que ha sido envuelta por el silencio y falsas apreciaciones de juicio, ella merece un lugar preponderante en el quehacer del arte escénico, ella se ha incrustado ineludiblemente en la memoria, en la historia y en el corazón que aquellos que a la distancia la seguimos admirando y aprendiendo de su entrega y visión del quehacer artístico y del espectáculo.
Loïe Fuller, no solo es pionera en el surgimiento de la danza moderna, es, punta de lanza en la manera de abordar la “nueva concepción de las cosas del teatro, de la danza y de las artes del espectáculo.  (Dallal Alberto. 1985. p. 55).
En su haber se encuentra a la vez, su acercamiento al; Modernismo, al Art Nouveau, ser miembro de la Sociedad Astronómica e inspiradora del Movimiento Simbolista, etc.
No queda más que decir que Loïe Fuller, marcó con su presencia, encanto, belleza singular y todo lo ya dicho, el desarrollo artístico, intelectual y social de un entorno en donde la tecnología se incrustaba como motor de cambio y en donde ella misma sería participe en dicha transformación en proceso. Fue puente entre el ambiente bohemio y popular que se vivía en el Folies Berger y el arte culto que guiaba el avant garde. Es la gran innovadora del arte de la época al conjuntar luz, color e imagen, e introducir un nuevo concepto de y al movimiento. 
Tal ha sido y es su influencia, que actualmente existe un resurgimiento por el interés en la Fuller. En mi opinión, nos comenta Simón Pérez, que:
“esto tiene que ver con puestas en escena contemporáneas que experimentan mucho con la imagen, con la visualidad, cpn efectos digitales, es decir, hay un gesto genealógico que trae de vuelta a la Fuller, para contextualizar e historizar una relación de larga data entre cuerpo-danza y tecnología. (Pérez Wilson, Simón. p. 3)

La invisibilidad aparente de la Fuller, ante las grandes figuras de Isadora Duncan, Ruth St. Denis y Martha Graham entre otras –pocas-, no es más que un espejismo. Loïe es la gran precursora del espectáculo, entendiendo espectáculo, como ya se ha repetido varias veces, en la integración coherente de todos los elementos convocados, siendo y por mucho la gran precursora del empleo de la tecnología en el arte.
Nota final: se dice que Loïe Fuller, falleció ciega por el “abuso” en el empleo y experimentación con las luces, creo más bien que brillo tanto su luz interna que decidió habitar en sí misma, al comprender que la luz venía del interior y que todo lo que realizaba en el exterior era producto de su propia fuente. “Viva por siempre en la luz… la creatura de luz”.
Bibliografía:
Libros:
_          Baril, Jaques. (1987). La danza moderna (1a edición). Barcelona: Paidós.
_          Dalla, Alberto. (1985). Fémina-Danza. México D.F. Universidad  Nacional Autónoma de México. Instituto de Investigaciones Estéticas. Cuaderno de Historia del Arte -21
Referencias Internet:
_          Pérez Wilson, Simón. Sociólogo Investigador. “Cuerpos híbridos, cuerpos tecnológicos, cuerpos naturales”. Loïe Fuller-Isadora Duncan. Aspectos y consideraciones de un campo. Centro de investigación y memoria. Artes Escénicas CIM /Ae.

_             Markessinis, Artemis. “Historia de la Danza desde sus orígenes”. Librerías deportivas Esteban Sanz, S. L.
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