martes, 6 de septiembre de 2011

La Ruta Sagrada de los Derviches

 La Ruta Sagrada de los Derviches…”
 “Bismi’llah ir rahman ir-rahim”
(En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso)
(Friedlander, Ira. 1975. p. 7)[1]

En el año 570 de nuestra era, nace en “La Meca”, Abu l-Qasim Muhammad ibn ‘Abd Allāh al-Hashimi al-Qurashi… Muhammad-Mahoma, El profeta del Islam, considerado como el "sello de los profetas" (jātim al-anbiyā' خاتم الأنبياء), por ser el que cierra o concluye una larga cadena de mensajeros, enviados por Dios. Mahoma es pues, el último Profeta…
El nombre de Mahoma escrito en caligrafía árabe.










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            Nace dentro del clan de los hashimíes o hachimíes, guardianes o protectores de las ciudades santas de La Meca y Medina.
Mucho se ha hablado de sus dones milagrosos, al igual que otros maestros anteriores a él, sin embargo, el primer designio o primer milagro que se narra sobre Mahoma en la compilación de los hadices (primeras narraciones relatadas por aquellos sabios que le sucedieron), dice que; el Arcángel Gabriel descendió y abrió su pecho para sacar su corazón, quien extrajo un coágulo negro de éste y dijo «Esta era la parte por donde Satán podría seducirte». Liberándolo de toda tentación mundana en el momento de su iluminación.
A los doce años se dirigió a Basora con su tío Abu Tâlib, quien lo llevó a un encuentro con el monje Bahira (a quien una milagrosa aparición le predijo que el joven Mahoma se convertiría en un profeta), algunos orientalistas dicen que esto demuestra que Mahoma aprendió de él los libros sagrados, pero los escolares musulmanes refutan esta opinión, sin embargo y más allá de toda especulación, el joven Mahoma al paso del tiempo, confirmo dicho presagio.
            Mahoma viajo al lado de su tío Abu Tâlib por diferentes lugares que le permitió adquirir amplia experiencia en las costumbres de otras regiones. Aprendió diversos oficios hasta que a la edad de 25 años, permaneció bajo las órdenes de Jadiya, una comerciante viuda, quien se enamora de él y le propone matrimonio. Tendrá con ella dos mujeres y cuatro varones. Posteriormente será ella la primera persona en aceptar el Islam.
Mencionan los musulmanes que a los cuarenta años de edad, después de sus meditaciones habituales en la cueva de Hira, fue cuando Mahoma tuvo la visión y revelación del Arcángel Gabriel, y que éste le dicto los mandatos enviados por Dios. Infinidad de versos que tenía que memorizar y recitar. Dichos versos fueron confiados por Mahoma a los memoriones, quienes los memorizaban recitándolos incansablemente, conservándose así la palabra de Dios (Allah الله). Las revelaciones eran trasmitidas oralmente o escritas en palmeras, trozos de cuero o hueso, etc. Posteriormente serían recopilados y tomarían la forma que hoy se conoce como El Corán; 114 capítulos (azoras سورة), cada uno dividido en versículos (aleyas, يات). El Corán, es pues El Libro Sagrado del Islam, que literalmente significa, “la recitación”. Su nombre completo es; Al Qur'ān Al Karīm o El noble Corán.
Mahoma recibiendo la revelación del ángel Gabriel en una miniatura iraní del siglo XV. Aquí Mahoma aparece con el rostro descubierto, algo que no es habitual.


http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Mohammed_receiving_revelation_from_the_angel_Gabriel.jpg

Una vez iniciada la predicación o revelación de los versos dictados por el Arcángel Gabriel, infinidad de seguidores se sumaron, al mismo tiempo que surgían retractores de dichas “revelaciones”. Iniciándose así, una persecución en contra de los simpatizantes o adeptos de Mahoma. Éstos al ser perseguidos
“partieron hacia el pueblo de Yazrib en el norte, con la esperanza de iniciar una nueva etapa del movimiento islámico”. Esta ciudad sería refundada con el nombre de Al Medina -“La Ciudad”-…
…Muhammad (Mahoma) y Abu Baker su mejor amigo y compañero, huyen de La Meca e inician un viaje hacia la ciudad de Medina. Y es precisamente a este viaje que se le conoce como la Hiyrah –palabra españolizada como Hégira–, malamente traducida como “huída”, a partir de la cual se inició la era musulmana. De hecho, la Hiyrah no fue una huída, sino que fue una emigración cuidadosamente planeada que marca, no sólo un cambio en la historia –(sino que representa) el comienzo de la era islámica-“. (Breve historia del Islam (parte 2 de 5): El Profeta del Islam http://www.islamreligion.com/es/articles/317/viewall/)

            Mahoma fallece en Medina en el año 632, y a partir de ahí se inicia una serie de sucesiones de Califas, sabios muy cercanos al profeta Mahoma, iniciando con Abu Baker (la palabra Califa indica el rol de gobernar de acuerdo al Corán y la práctica del Profeta), que insertarán y guiarán la expansión del dominio de Islam, expansión que sería sumamente respetuosa con las formas de vida de los pueblos anexados o conquistados. El Imperio Musulmán extendía su territorio bajo la primicia del respeto a las propias creencias, sin pretender convertirlos.
            Durante el tercer Califato, Uzmán ibn Affan, inicia la compilación del texto del Corán como fue revelado al Profeta, nombrando a un comité para recopilar todos los versículos escritos en el dialecto Árabe de Quraish, eliminado los escritos existentes en otros dialectos, descartando así toda posible confusión o tergiversación del texto original. El texto acumulado será el que actualmente es aceptado en el mundo Musulmán.
                   
          Imagen del Corán                                                       El Corán
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/5/50/FirstSurahKoran.jpg               http://cubanuestra1.wordpress.com/page/4/    
           
“El Corán” ha sido, es y será el libro sagrado del Islam (“Sumisión”). La sumisión, en el Islam, se convierte en un atributo, en un don, un privilegio, en donde el creyente, fiel o seguidor, en un acto de bondad o sumisión suprema, ofrece su vida a los mandatos del Ser Supremo, Alá, adoptando la ley del Islam como forma de vida, como el camino a la liberación.
El Islam no puede ser observado como un suceso aislado que se haya iniciado hace ya casi quince siglos, es un despertar atemporal a la conciencia suprema a través de la sumisión. Será el camino que adoptarán diversos sabios e iluminados al contemplar el conflicto que genera el dominio o el poder sobre los otros, al pretender autonombrarse los elegidos, y que en su ruta por tal dominio, se distanciaron del origen de las enseñanzas del profeta Mahoma, creando a su paso diversas dinastías, que confundían y que alejaban cada vez más a sus seguidores del eje fundamental que dicta el conocimiento amoroso del Corán. En respuesta a esta dispersión, los maestros iluminados, iniciaron una serie de aportaciones que mantuvieran a los seguidores amorosos del amado supremo en la línea de dichos principios, en la ruta amorosa del autoconocimiento, haciendo presentes los principios del Islam, del Corán y del Sufismo, palabras todas ellas que encierran en sí el secreto absoluto del regreso a la morada del amado.
El sufismo se autonombra o se convierte en sí mismo en el camino amoroso del amante supremo. “El sufismo es el corazón del Islam, y es tan antiguo como el nacimiento mismo de la conciencio humana” (Haeri, Fadhlalla. 1990. p. 13), sin embargo, habremos de contemplar que “el auge del Sufismo se produce después del primer siglo del islamismo” (Haeri, Fadhlalla. 1990. p. 13).
Otra versión nos y especifica narra que “según Muruj adh-Dhahb al-Mas’udi, los sufíes aparecieron por primera vez en tiempos del califa abásida al-Ma’mun”. “Aparecen en el siglo IX en una pequeña comunidad en la ciudad de Alejandría, Egipto, que instaban al bien y predicaban contra el mal. (Haeri, Fadhlalla. 1990. p. 19). Es gente que asume su rol de guardianes de la tradición amorosa, combatiendo la maldad que habita en el interior del ser humano.
Fadhlalla, nos comparte diversas y posibles etimologías, sentidos o significados de la palabra Sufi; El término sufismo dice; nace de tres letras árabes: sa, wa y fa. Según algunos, la palabra procede del safa, que significa pureza. De acuerdo con otras opiniones, el término procede del verbo árabe safwe, que significa los que son elegidos”. “Algunos otros piensan que viene de la palabra saf, que significa línea o fila, refiriéndose a los que se colocaban en primera fila al momento de la oración, de la súplica o de la guerra santa”. “Hay quienes creen que procede de  suffa, que era un porche bajo arcilla”. Otros más “suponen que el origen de la palabra está en suf, que significa lana” (Haeri, Fadhlalla. 1990. p. 19). Y finalmente, expondremos otra definición de las, seguramente, muchas otras que escapan a esta investigación y que dice que “el nombre de sufi es una expresión derivada de la palabra árabe saaf "puro" (Malak. 2007). Que según menciona la/el autor, se refiere a que el “mundo interior está purificado e iluminado por la luz de la sabiduría, de la unidad y de la unicidad” (Malak. 2007). Finalmente habremos de exponer que dicho término “no es un concepto abstracto sino un conocer vivo e íntimo, fruto de la experiencia directa adquirida en múltiples modalidades de ahondamiento espiritual” (Al-Jerrahi, Nur. 1989. p. 3).
            El Shaykh Fadhlalla Haeri, concluye que “cualquiera que sea su origen, lo cierto es que el término sufismo ha llegado a significar aquellos que están interesados en el conocimiento interior, los que están interesados en hallar un camino o práctica que les conduzca al despertar y a la iluminación interior” (Haeri, Fadhlalla. 1990. p. 19-20). “Es la ampliación, la apertura completa del corazón” (Al-Jerrahi, Nur. 1989. p. 8). “De manera que el sufí es aquel al que Dios ha capacitado para purificar su <<corazón>> y para establecer su relación con Él y con Su creación recorriendo el camino correcto, tal y como lo enseño con su mejor ejemplo el profeta Mahoma” (Haeri, Fadhlalla. 1990. p. 21). 
Durante los inicios del Islam, “los sufíes no estaban organizados en ningún círculo u órdenes en particular” (Haeri, Fadhlalla. 1990. p. 41), sin embargo, veremos su surgimiento y despliegue a lo largo de los próximos siglos, “ansiosos de establecer el mensaje puro y original que había traído el profeta Mahoma” (Haeri, Fadhlalla. 1990. p. 14).
            El hecho de ingresar a un círculo sagrado o una orden, es inherente a la necesidad de respuesta que todo ser humano obtiene al observarse como parte de un todo, sabe que el camino no se puede andar sólo, sabe que requiere de la guía de alguien que ya ha cruzado el camino, y por tal motivo decide “someterse a la dirección y a la corrección de un (dicho) guía y pasar un periodo de noviciado en una orden que ha sobrevivido a todas las vicisitudes de la historia (lo cual) no significa meramente adherirse a un grupo ideológico; implica el ingreso y la integración a un cuerpo endiosado que no piensa en Dios sino que vive en Dios” (Al-Jerrahi, Nur. 1989. p. 5).
A lo largo de los siglos venideros veremos surgir diversas órdenes sufíes que incluyen todo tipo de personas y estratos sociales. Muchas de ellas han sobrevivido al paso de los siglos y diversos acontecimientos mundanos.
Así tenemos a; LA ORDEN CHISTI (m. 966); LA ORDEN QADIRI (m.1166); LA ORDEN RIFA’I (m.1182); LA ORDEN SAHADHILI (m. 1258); LA ORDEN BEKTASHI (m.1338); LA ORDEN NAQSHBANDI (m. 1390); LA ORDEN NI’AMATULLAH (m. 1431); LA ORDEN JARRAHI (m. 1720); LA ORDEN TIJANI (m. 1815) y LA ORDEN MEVLAVI (m. 1273). Todas ellas con presencia actualmente en diversos lugares del mundo.
La búsqueda primordial de todas ellas es la
“conexión entre la realidad exterior y física, y una dimensión sin tiempo y sin espacio, que es la que se experimenta en el interior del ser. El sufí vive como la punta del iceberg que es aparente en el mundo visto, mientras experimenta aspectos del mundo oculto y velado que constituye la base de lo que es visible, y que conforma el resto de su realidad. Hace todo cuanto puede por comprender la vida exterior, causal y física, mientras despierta a la inmensa Realidad interior” (Haeri, Fadhlalla. 1990. p. 15).
           
El cristal con que es visto el mundo se va puliendo de tal manera que se vive en el mundo con mayor claridad, presto a observar lo revelado por la “sumisión”, viviendo en él, sin pertenecer a él, en donde la armonía y coherencia entre el pensar,  decir y hacer de las cosas, es lo que hace que sea notable su presencia. “La clave del sufismo está en el despertar, en la libertad y en la alegría interna que proporciona el reconocimiento de la restricción externa mediante un proceso de elección y de discriminación” (Haeri, Fadhlalla. 1990. p. 14) 
“Cuando una persona ha alcanzado el estado de conciencia exterior e interior, está en condiciones de ayudar a otros y de reflejarles su propio estado de progreso” (Haeri, Fadhlalla. 1990. p. 55), haciendo de estas dos, sus leyes a transitar para encontrase cara a cara con el Absoluto. La ley externa y la Realidad interna, acompañarán por siempre al viajero, quien habrá de observar que en su ruta, camino o senda está el contemplar el horizonte y habitarlo, con la plena confianza de estar siendo guiado hacia su origen, hacia su propia naturaleza  divina, en donde el reconocimiento de la divinidad es la realidad interior y la ruta, camino o senda es el camino exterior. La palabra árabe shari’ha designa a la ley exterior y significa un camino o una manera, y haqiqah, designa a la realidad interior, que significa la verdad. Por lo tanto, “la función última de un maestro es la de empujar al buscador gradualmente, sin forzar su paso, hasta un nivel en el cual sea capaz de leer el libro <primario> que se encuentra dentro de su <corazón> (Haeri, Fadhlalla. 1990. p. 61).
“Cada orden sufí ha desarrollado su técnica adecuada para escalar la montaña del ser. El propósito de un sufí es llegar a la cima de su ser, superar las barreras de la mente y del intelecto y adquirir espontáneamente la conciencia del ser. El caminante espiritual es como un montañero. Cuando un montañero cualificado alcanza la cima de una cumbre, entonces se convierte en guía competente para los novatos que están escalando la montaña y puede enseñarles cómo servirse de la cuerda y subir” (Haeri, Fadhlalla. 1990. p. 73).

La Orden Mevlavi, toma su origen bajo este precepto, es una de las cofradías más fascinantes que han sobrevivido al tiempo. Los Giradores o Danzantes Derviches de Turquía, como se les conoce mundialmente a esta orden, surge bajo la guía y el amparo del Místico, Poeta y Santo Sufí, Mevlana (Maestro de maestros) http://www.todaturquia.com/mevlanaykonya_1_38.htm “Jelalu-d-Din (el guardián de la fé)” (Friedlander, Ira. 1975. p. 19) Rumi, quien nació, hace ya más de ochocientos años (29-30 septiembre de 1207) en Balj, actual Afganistán, y falleció en Konya, Turquía (17 diciembre de 1273), en donde vivió gran parte de su vida y posteriormente cuna de los giradores derviches. “El darwish es una palabra persa, aceptada en árabe y turco, para describir al sufí que está a la puerta de la iluminación”, http://www.microsofttranslator.com/BV.aspx?ref=IE8Activity&a=http%3A%2F%2Fcassiopaea.org%2Fcass%2Fdervish.htm
De Mevlana se conocen infinidad de sucesos o revelaciones, como la que aconteció a la edad de seis años,  la cual cuanta que al estar en la terraza de su casa, recitando el Corán, otros niños de buenas familias se le unieron, y al cabo de un rato alguno de ellos propuso saltar a la terraza vecina. Rumi sorprendido por tal aventura, “señaló: Amigo mío, saltar de la terraza es un acto propio de gatos, perros y similares; ¿pero acaso no es degradante para el hombre, cuya posición es superior? Venid, si estáis dispuestos, y saltemos al firmamento para visitar las regiones y el reino de Dios” (Shemsu -D-Din El Eflaki. 1997. p. 42). Después de pronunciadas sus palabras Jalal despareció ante el asombro y profundo temor de los otros infantes, quienes de inmediato comenzaron a gritar y pedir ayuda, sin embargo, Jalal, apareció casi inmediatamente, haciendo que todos adoptaran una posición sumisa ante él, al mismo tiempo que se declaraban sus discípulos.
La vida de Rumi estará plagada de eventos extraordinarios, en donde se confirmará permanentemente su ser iluminado. Se cuenta que poco después de la muerte de su padre, Baha’u-d-Din Veled, ser de suma presencia y espiritualidad, Jalal, viaja a la ciudad de Haleb (Aleppo) para estudiar. Y que por ser hijo de Baha’u-d-Din, éste gozaba de ciertos privilegios, que hacían entra en celos  a los demás estudiantes, quienes acudieron al gobernador de la ciudad a exponer su malestar, añadiendo que en las noches Jalal salía de sus habitaciones por razones desconocidas. El gobernador al pretender aclara tal situación, decidió seguir a Rumi, cierta noche. Lo que el gobernador observó a lo largo del trayecto fue ver que las verjas de la escuela como de la ciudad, se abrían por sí mismas al paso de Jelal,
“Continuaron y volvieron a la tumba de Abraham (en Hebrón, a unos 563 kilómetros de distancia), el <Amigo del Todomisericordioso>. Allí, continúa el relato, se pudo ver la cúpula de un edificio, ocupado por una hueste de formas vestidas de verde, que salieron para encontrarse con Jelal y lo llevaron al edificio. El gobernador perdió el conocimiento aterrorizado y no lo recobró hasta después de la salida del sol. El gobernador se convirtió desde entonces en un adepto y discípulo de Jelal“. (Shemsu -D-Din El Eflaki. 1997. p.45-46).

Mevlana guiado por el amor, tendrá un encuentro fundamental en su vida con otro ser iluminado que le marcará una nueva pauta en su Ser de Luz.
Shemsu-d-Din de Tabriz, Sultán de los Mendicantes, Misterio de Dios sobre la tierra, Perfecto en la palabra y en la acción” (Shemsu -D-Din El Eflaki. 1997. p. 153). Fue un santo que en “búsqueda de instrucción humana y espiritual. Había visitado a muchos de los principales maestros espirituales del mundo, pero no había encontrado a nadie igual a sí mismo. (Shemsu -D-Din El Eflaki. 1997. p. 153).
  El conocimiento de Jalal, llegó a Shemsu-d-Din, quien inmediatamente se traslado a Konya, fingiendo ser un gran comerciante, y cierto día que Jelal, pasó por delante de él, conduciendo una mula en medio de una multitud de estudiantes y discípulos, quienes peleaban por ir cerca de él, se puso de pie y tomó las bridas de su montura, al mismo tiempo que le cuestionaba: “Oh Maestro de los Musulmanes, quién fue mayor, Abu Yazid Bístami o Mahoma el Profeta? “ Rumi sintió los ojos de Shams mirar pasando de sus ojos hacia la esencia verdadera de su ser, causando que ríos de energía fluyeran dentro de su cuerpo. “El Profeta Mahoma fue más grande” replicó Rumi” (Friedlander, Ira. 1975. p. 29).Entonces –añadió Shemsu-d-Din-, cómo es que Mohamed dijo: “No te hemos conocido, Oh Dios, como Tú debes ser correctamente conocido”, mientras que Baycecid (Abu Yazid Bístami) dijo: “¡Gloria a mí! ¿Cómo es de grande mi gloria?”. Al escuchar estas preguntas, Jelal se desmayó, Al recuperar su conciencia” (Shemsu -D-Din El Eflaki. 1997. p. 51).
Estas versiones expuestas (Shemsu -D-Din El Eflaki. 1997. p. 51 y Friedlander, Ira. 1975. p. 29), difieren sustancialmente en lo dicho, ya que la primera menciona que el desmayo lo sufre Mevlana, mientras que la segunda comenta que es Shems quien después de un llanto profundo al recibir a recibir la respuesta, es quien cae desmayo, sin embargo, se vuelven a unir en lo que sucede a continuación. Va de la mano en el acontecimiento sustancial que le dejo a Rumi, el encuentro con Shems.
Continúa Ira Friedlander, que “los dos hombres se fundieron en un ser en la paternidad de Dios. Se volvieron sus propios planetas. Mevlana, la tierra, su función elevar la conciencia del hombre, girando alrededor y finalmente fundido con Shams, el sol” Friedlander, Ira. 1975. p. 30).
De Shams, Sultan Veled, hijo de Rumi mencionó que “Su gloria estaba velada aún para aquellos que estaban también velados en la gloria de Dios” (Friedlander, Ira. 1975. p. 30). Y que el encuentro de ambos estaba iluminado por la luz divina. “Estos seres, cara a cara, veían dentro de cada uno la gracia y presencia de la esencia de aquello que estaban buscando. Por primera vez cada uno podía revelar a otro ser el secreto de su corazón” (Friedlander, Ira. 1975. p. 30).
Iniciaron un  retiro de toda mirada neófita y permanecieron tres meses en la exploración del despertar, otra versión habla de 40 días, sin embargo y sin importar el tiempo, lo fundamental fue el encuentro de ambos corazones ávidos de la manifestación del Absoluto. Meditaban en el amado repitiendo wasifas (los atributos de Dios) y realizando zikr (la illaha illa’llah, no hay más Dios que dios), inundando la celda con sus oraciones y viendo reflejado el rostro de Dios en el otro…
Rumi, escribiría más tarde en Divani Shamsi Tabriz:
Feliz el momento cuando estamos sentados en el palacio,
tú y yo,
Con dos formas y con dos figuras pero con un alma, tú y yo.
Los colores de la arboleda y la voz de los pájaros regalarán inmortalidad.
En el momento que vengamos al jardín,
tú y yo.
Las estrellas del cielo vendrán a contemplarnos;
Les mostraremos la luna misma, tú y yo.
Tú y yo, individuos nomás, estaremos mezclados en el éxtasis,
Gozosos y seguros de la charla tonta, tú y yo.
Todos los pájaros de plumas brillantes del cielo devorarán sus corazones de envidia
  En el lugar que reiremos de esa manera,
tú y yo.
Esta es la más grande maravilla, que tú y yo,
Sentados aquí en el mismo rincón.
Estamos en este momento, ambos en Iraq y Khorasan, tú y yo.
(Friedlander, Ira. 1975. p. 30-31).

            Este encuentro divino, que se prolongaría por tiempo indefinido, provocaría en los seguidores de Rumi un gran recelo, puesto que extrañaban los discursos y la dirección que les marcaba su amado maestro. Shams salió en diversas ocasiones de Konya, y esta separación los acercaría todavía más al Dios interno de cada uno de ellos, “hasta que Mevlana gritó con júbilo, “Suficiente de frases y conceptos y metáforas, solo quiero quemarme, quemarme, quemarme” (Friedlander, Ira. 1975. p. 39).
            Se dice pues que es el propio Shams quien, “inicia a su amigo en la danza de los derviches” (Goytisolo, Juan. 1986. p. 23), así como en los secretos de la senda mística y la música. Los estudiantes de Mevlana, mientras tanto, atrapados en los celos, deciden conspirar en contra de la vida de Shams, y un día de Mayo de 1247, “Shamsi Tabriz se separó del lado de su amado hermano espiritual y entró al jardín. Sus asesinos lo cercaron y le apuñalaron. De las profundidades de su alma surgió el gritó, “La illaha illa Ana” (no hay más Dios que Yo)” (Friedlander, Ira. 1975. p. 39). Se dice que nunca se encontró su cuerpo, tan solo unas gotas de sangre. Mevlana se rehusó a ver a nadie, se encerró en sí mismo, en su casa, en donde a menudo giraría alrededor de su jardín. Se cuenta que al catorceavo día, después de la muerte de Shams,
“ordenó ropas de duelo, una camisa blanca abierta en el pecho y un fez[2] de lana de color miel. Se volvió el madhoub que Shams fue e intoxicado con el amor de Dios hizo sonidos de lamento en su corazón y añoraba su unión con el Amado. Clamó en verso espiritual y frases anhelantes y joyas espirituales que más tarde serían conocidas como el principio del Mathnawi (Friedlander, Ira. 1975. p. 40).

            El Mathnawi o Masnavi se convertirá en le libro sagrado de los Mevlevis o Derviches Giradores de Turquía, de donde proviene la tradición. El Masnavi contiene la poesía espiritual de Mevlana (Nuestro Señor), fue recitado por el propio Rumi a Salahu-d-Din, quien lo escribió en persa. El Masnevi, es un largo poema de 26.000 versos repartidos en seis dafiar (unidad de conocimiento). Son historias sobre moral, filosofía y comentarios espirituales, formulados de manera sencilla y didáctica. Mevlana enseña el camino del Amor Divino y su propósito es desarrollar la Unidad del Ser. Mevlana nunca escribió físicamente nada del Mathnawi sino que lo transmitió de manera oral, y cuando este bastísimo trabajo fue completado, fue contemplado como el trabajo musulmán más grande desde el Corán. Se cuenta que;
 “en los años que quedaban antes de su muerte, los versos surgían de él mientras caminaba por las calles, en el jardín, durante el día o la noche, y Husam tomaba cada palabra que salía de su boca. Más tarde, le leería estas notas a Mevlana quien las corregiría y se las volvería para ser reescritas” (Friedlander, Ira. 1975. p. 40).

            Viajando por el mundo bajo este influjo de unicidad, Mevlana tomará el símbolo de la caña separada del juncal, como el lamento del corazón del hombre por haber sido separado de su origen. Al respecto Rumi escribe un cuento acerca de dicha separación, en donde
“cuenta porqué la melodía del caramillo (flauta de caña) hace tal llamado al corazón. Primero es cortada de su tallo original. Después las agujas deben ser hechos es su corazón; y como son hechos en el corazón, el corazón se rompe y empieza a llorar. Y así es como el espíritu del Mensajero, con el espíritu del Maestro, que por soportar y cargar cruz, su ser se vuelve como una caña, hueco. Hay espacio para que el músico toque su melodía. Cuando se ha vuelto nada, el músico lo toma para tocar su melodía. Si hubiera algo ahí, el músico no podría usarlo. En una punta del caramillo están los labios del Profeta, y en la otra debe oírse la voz de Dios” (Friedlander, Ira. 1975. p. 11).



Cierto día que caminaba por las calles de los orfebres, al escuchar el martilleo incesante de los trabajadores del oro, sintió en todo su ser el llamado de “Alá, Alá”, e instintivamente alzó los brazos, inclinó su cabeza dulcemente hacia el cielo y comenzó a girar en éxtasis al compás de los sonidos que generaba todo a su alrededor…, iniciaba la ceremonia del “Sema”.
El “Sema es un secreto –escribió Rumi-. El profeta Mohammad dijo que mientras él estaba con Dios ningún ángel o profeta podría interrumpir. Así, el Sema sirve para asegurar ese lugar privado con la divinidad” (Tercero, Magali. 1981. p. 569). “El que muere antes de morir vive verdaderamente” (Goytisolo, Juan. 1986. p. 24).
            En Meram, poblado cerca de Konya, “había una mezquita pequeña y un oratorio donde Mevlana se encontraría con sus mureeds (iniciado) y donde a menudo se celebraba un Sema (danza del girar)” (Friedlander, Ira. 1975. p. 43). Y es en este pequeño poblado de donde surgirá uno de los gestos distintivos de los Derviches, pues se narra que en cierta ocasión en que Mevlana llegó a Meram, deseaba compartir con sus mureeds una gran comida, sin embargo, la leña para preparar dichos alimentos se había agotado, por lo que el encargado de mantener los alimentos listos y calientes, Atesh Baz, en un acto de pureza, coloco su pie derecho sobre el fuego, el cual cobró vida. Cuando sacó el pie, sólo el dedo grande había sufrido quemaduras severas. Y cuando Mevlana se presentó, éste cubrió su dedo con el otro pie, Mevlana se percató del sacrificio y dijo; “Pocos en la tierra tienen tal fé como Atesh Baz. En el futuro todos nuestros derviches se inclinarán con el pie puesto sobre el dedo grande para recordarles lo que significa la verdadera fé” (Friedlander, Ira. 1975. p. 43). Esta posición se denominará muhur o “sello de Atesh Baz”.
            “Antes de morir Mevlana dijo:
            No me busques en la tumba,
            Búsquenme en los corazones de los hombres sabios” (Friedlander, Ira. 1975. p. 48).
“Morí como mineral y me volví una planta;
Morí como la planta y tomé una forma consciente;
Morí como la bestia y me puse un vestido humano;
Cuando por mi morir…
Otra vez de mi humanidad deberé morir
A remontarme con alas de ángel a través del cielo.
También entre los Ángeles deberé perder mi lugar,
Ya que “Todo perecer salvo Su Rostro”.
Déjame ser nada: Las cuerdas del arpa me dirán claro
Que en El volveremos otra vez.

“Con esta poesía simboliza los diferentes estados de conciencia que recorremos según el Esoterismo islámico. Rumi señala asimismo que la muerte no significa la destrucción, e indica también la continuidad de la evolución de la conciencia del hombre. En el Escuela de Mevlana se usa el verbo “emigrar” en vez de “morir”, a fin de darle el sentido de abandonar físicamente el mundo, y no de perecer o dejar de existir. http://www.todaturquia.com/mevlanaykonya_1_38.htm

A la muerte de Mevlana, Chelebi Husam quedó como guía de los Mevlevis, quien a su vez fue sucedido por Sultan Veled, hijo de Mevlana, quien introdujo al Sheik en la ceremonia en honor de su padre. Sultan Veled fue sucedido por su hijo Ulu Arif Chelebi, posteriormente será el hermano de este último, Shemseddin Emir Alim, quien sería el Sheyk de la orden. Con su muerte  en 1338, sus hijos y descendientes continuarían con la tradición. “Treinta y dos Chelebis, descendientes directos de Mevlana, han ocupado la posición de Sheik de la orden” (Friedlander, Ira. 1975. p. 50).
La ceremonia de los derviches giradores, Sema, “está conformada por la danza, la música y la energía de los giradores” (Sociedad de Estudios Para el Desarrollo del Hombre A. C. 1996. p. 7), adquiere el nombre de Mukabele (encuentro cara a cara) o Muqâbala (amigo del divino), nombre que sugiere ver reflejado el rostro de Dios en el otro, dicha ceremonia se realiza el Semahame (lugar donde se gira), espacio que se encuentra dentro de una construcción llamada Tekke (cuarto de orar o convento).
Los Giradores Derviches emplean un atuendo específico, “el cual está influenciado por las ropas luctuosas que Rumi ordenó después de la muerte de Shamsi Tabriz” (Friedlander, Ira. 1975. p. 57). Cada una de las partes que conforman el atuendo tiene su propio significado, en donde: El Zikke o Sikke, (sombrero alto, cilíndrico, de piel de camello y color miel) significa la lápida de piedra del hombre; El Tennure o Tennura (falda larga blanca), representa el sudario o la mortaja; La Hirka o Khirga (capa negra con mangas muy amplias) representa a la tumba; Bajo la capa el girador usa un Dasta Gul (literalmente, un bouquet de rosas) y una chaqueta blanca, que como ya se mencionó, el lado izquierdo queda abierto, libre. En la cintura se coloca el Alif-lam-and (faja de cerca de 4 dedos de ancho y de dos y medio pies de largo). En sus pies se coloca uno zapatos de piel de tobillo alto, muy suaves. Pantalón de manta blanco y playera del mismo color. Durante la ceremonia del vestirse, el derviche va besando cada una de las piezas que se va colocando, en actitud de agradecimiento, por permitirle y acompañarle en la ceremonia del desprendimiento. Al final de todo, el derviche coloca sutilmente entre sus ropas un pequeño pañuelo blanco con el nombre bordado de Alá o de Mevlana, bordado a mano por él mismo. A lo largo de todo esto, el derviche va aquietando su mente y preparando su corazón.
Mientras los derviches giradores van vistiendo sus cuerpos, los derviches que se encargan de tocar la música para la ceremonia, tocan sus instrumentos, acompañándose mutuamente y estar listos para iniciar la ceremonia.
Mevlana gustaba de la música de Ismail Hakki de Bursa, quien es el “compositor que mayor número de ayin-i Sharîf –piezas musicales destinadas al samâ- ha compuesto” http://instituto-sufi.blogspot.com/2008/05/rum-y-la-msica-suf-mevlev.html, la cual llamó “música de concentración”. Decía que “mientras se escucha, uno se concentra en el amor a Dios” (Friedlander, Ira. 1975. p. 82). Por lo mismo también se llegó a mencionar como “música de sabiduría”. Ismail Hakki, decía que; “un hombre de virtud siente la armonía del universo dentro de su alma a través de la música” (Friedlander, Ira. 1975. p. 81).
Los músicos emplean una gran diversidad de instrumentos, en donde el que sobre sale es la flauta de caña o Ney, símbolo del hombre. Instrumento en el que Rumi deposito la desolación que produce el haber sido separado del origen. Otro instrumento es el Rebab (antiguo violín oriental de 3 cuerdas con un cuerpo hecho de la concha de un coco), posee un sonido sumamente expresivo, “Mevlana asegura que el sonido del Rebab rompe los pulmones del hombre que lo escucha” (Friedlander, Ira. 1975. p. 92). El Kudum es llamado chifte Na’ra (grito doble) y en la música mística es un instrumento santo. La música es generalmente dirigida por el jefe de tambores (kudumsembashi). Es el responsable del flujo de la música y decide si debe ser tocada rápida o lentamente. La atmósfera mística en la habitación ceremonial influencía su decisión aunque él mismo dicta la relación entre la música y la danza”. (Friedlander, Ira. 1975. p. 84). Finalmente los Ayinhanlar (los cantantes), quien a su vez son quienes se encargan de recitar, cantar, los poemas elegidos, generalmente líricos. “Las palabras, y aún las sílabas, de la poesía deben estar conectadas a las oraciones musicales”. De “esta forma la música, el ritmo y la poesía se unen para construir la música de la sabiduría”. (Friedlander, Ira. 1975. p. 85).

La Ceremonia está dividida en dos partes. La primera está compuesta por el “Naat” (un poema alabando a Mahoma), la improvisación del Ney (Taksim) y el “Ciclo de Sultán Veled”. La segunda está compuesta de cuatro “Selam”, la música instrumental final, la recitación del Corán y oración (Friedlander, Ira. 1975. p. 85).
Dentro del ritual, pero todavía preparando el semahame (la habitación ceremonial), el semazenbashi observa que todos los derviches estén correctamente vestidos y listos, acto seguido organiza una fila con los giradores antes de que estos entren a la sala del girar, cada una de ellos está en actitud de reverencia, con la cabeza ligeramente inclinada hacia el corazón, dialogando con él, pues saben que van al encuentro del amado. Un vez colocados él ingresa a la sala del girar, con una piel de cordero teñida de rojo sobre su hombro, que es puesta por él mismo, en el Post, lugar en donde se colocará el Sheyk. Posteriormente regresará por el grupo de giradores, quienes lo aguardan ocultos detrás de una cortina. El semazenbashi, se coloca al frente de dicha entrada y acto seguido, una fila de giradores, en profunda reverencia y meditación, avanza detrás de él hasta colocarse, en una alfombra que está colocada enfrente de los músicos y al lado izquierdo del Post, en donde aguardaran, silenciosamente, la entrada de su Sheyk, quien entra pausadamente hasta colocarse al lado opuesto del Post, el cual está marcado por una línea de color obscuro que sobre sale y divide el espacio del girar en dos semicírculos, llamada hatt istivá o ecuador.
“El que se extiende a la derecha del Sheyk recibe el nombre de nuzûl min Allâh o “arco de descenso desde Dios” al mundo terrestre. Dicho semicírculo simboliza la involución de las lamas en la materia y su separación del creador. El arco de la izquierda, lugar donde permaneces sentados los derviches antes y después de la danza, se conoce con el nombre de su’ûd ila Allâh o “arco de ascenso hacia Dios”. Representa la auténtica búsqueda espiritual del ser humano que consiste en el retorno a su origen en Dios. Para consumar la unión mystica con Él”.
El Sheyk, hace una reverencia de frente al Post ocultando el dedo gordo de su pie izquierdo con el pie derecho recordando el acto de fé de Atesh Baz (posición de muhur o “sello de Atesh Baz). Camina con pasos entre cortados, con pequeñas pausas, lanza un pie al frente, mientras el otro se resiste a avanza, sosteniendo el talón fuera del piso, generando una atmósfera de liviandad, y así hasta llegar a la piel de cordero, cada paso es una solicitud, un pedir permiso para colocarse al lado de la piel de cordero, la cual simboliza o representa a Shemsu-d-Din de Tabriz. Ya en el Post, se coloca hincado…
… y los giradores se hincan para escuchar una alabanza de Hz. Mevlana, al terminar ésta, se escucha un solo de Ney (taksim), el cual finaliza con un golpe de tambor que significa “Despierta y Sé”, despierta del sueño de la ignorancia. En ese momento los giradores golpean el piso, lo besan y se levantan, y el Sheyk inicia el “Ciclo de Sultán Veled”. Procesión muy lenta que avanza en contrasentido del reloj, en donde el caminar es el mismo que realizó el Sheyk al avanzar hacia el Post, pausado y uniendo los pies. En el momento en que llegan al lado opuesto de la piel de cordero, se colocan, uno por uno, sobre la línea que sobresale y voltea hacia el Post, y realiza una reverencia profunda, humilde, solicitando permiso para continuar su camino. Todo ello acompañado del sonido dulce del kudum,  en donde
“el kudum desempeña un papel musical modesto de mero metrónomo. Sin embargo, posee un gran símbolo. Según la tradición Mevlevi. Del roce experto de los pequeños tambores del kudum se extrae un sonido penetrante que recuerda la voz imperativa árabe kun -¡sé!-, el verbo creador de Dios. Se afirma en el Corán: “Su única orden, cuando Al.lah decreta la existencia de algo, es decirle: “Sé” –y es-“

 Los músicos en cierto momento inician un peshrev o preludio instrumental, cuyo patrón rítmico es de 56/4 y recibe el nombre devri kabîr. Este ritmo da entrada a la procesión alrededor del semahame. La marcha lenta es una contribución a la ceremonia, del hijo mayor de Mevlana, Sultán Veled. Durante este ciclo los derviches caminan en círculo en el semahame tres veces, en cada vuelta o ronda se detiene frente al Post enmarcándolo, uno de cada lado, se miran a los ojos y hacen una reverencia al ver, como en un espejo, el rostro reflejado de Dios… en el otro.
Los derviches realizan tres vueltas, siempre en sentido contrario alas manecillas del reloj. En donde cada vuelta tiene su propio significado:  
“Las tres vueltas alrededor del Tekke significan:
La primera, el conocimiento a través de la lectura de los libros.
La segunda, el conocimiento a través de la experiencia, ver con los ojos.
La tercera, el conocimiento a través de la última realidad.
(Sociedad de Estudios Para el Desarrollo del Hombre A. C. 1996. p. 8)

            Otra visión, pero que coinciden profundamente en la esencia de las mismas refiere que:
“La primera de las tres rondas alude a ‘ilm al-yaqîn o aquella certeza que procede de la fé –“creo en Dios”-.
La segunda representa ‘ayn al-yaqîn o certeza que emana de la visión espiritual directa e inmediata, tras contemplar el rostro sin rostro de Dios.
La tercera haqq al-yaqîn o certeza que acontece cuando uno se ha hecho permeable a Dios hasta el punto de ser un instrumento de su querer” http://instituto-sufi.blogspot.com/2008/05/rum-y-la-msica-suf-mevlev.html.

            Al finalizar la tercera vuelta, regresaran a la alfombrilla frente a los músicos, y a una señal del tambor, estos se despojan de su Hirkas, que significa dejar sus sepulturas y despierten a la vida. Los únicos que permanecen con sus Hirkas, son el Sheyk y el semazenbashi (maestro del girar). A lo largo de la ceremonia los giradores han tenido colocados sus brazos cruzados sobre su pecho (niyaz), en donde el brazo izquierdo pasa entre el pecho y el brazo derecho que va por arriba, cruzando ambos brazos hasta alcanzar el hombro opuesto, al mismo tiempo que la cabeza voltea, como ya se mencionó, con humildad hacia el corazón.
            En la ceremonia del girar o samâ’, hay cuatro periodos, llamados Salâm o Selam en turco[3]:
“El primero representa la religión en la superficie.
El segundo encontrar el camino.
El tercero encontrar la Realidad.
El cuarto encontrarse a sí mismo” (Sociedad de Estudios Para el Desarrollo del Hombre A. C. 1996. p. 9).

De igual manera pero con sus nombres en árabe:
Sharîa, Tarîqa, Haqîqa y Ma’arifa. O lo que es lo mismo, el camino del saber exterior (sharîa); la senda mística que conduce a la apertura de la visión interior (tarîqa); la unio mystica en la que, como dice Henry Corbin, “el Amado se convierte en el espejo que refleja el rostro secreto del amante místico”, colmándolo de Verdad (haqîqa); y, por último, la participación en el mundo del conocimiento derivado de dicha experiencia (ma’arifa).
 http://instituto-sufi.blogspot.com/2008/05/rum-y-la-msica-suf-mevlev.html
            Una vez despojados de sus Hirkas, el semazenbashi, se adelanta, se inclina ante el Sheyk, colocando su pie derecho sobre el izquierdo, en posición de muhur, besa la mano derecha del Sheyk, retrocede y se coloca frente al Sheyk, quedando en posición de dirigir el sema. Los giradores forman una fila enfrente (a lado) de ambos, acto seguido cada uno de ellos realizará una reverencia para pasar entre los dos, de igual manera en posición de muhur, al mismo tiempo que besarán la mano del Sheyk, quien al mismo tiempo besará el sikke, de cada uno de ellos. El semazenbashi indicará con su pie el lugar en donde se deberá de colocar el girador, sí el semazanbashi saca un pie, indica que deberá girar por dentro del círculo, si no hay acción alguna el girador realizará sus evoluciones en la parte externa. Ambos círculos realizarán sus giros en dos círculos concéntricos, conservando el lugar antes indicado, al mismo tiempo que avanzan, bajo el cuidado del propio semazenbashi.

            Los músicos y el Ayinhanlar (recitador o cantante) del coro marcan con sus notas el movimiento de los derviches.
            Los giradores al avanzar, desplegarán sus brazos con la palma derecha hacia arriba, recibiendo de lo alto, y la izquierda hacia abajo, uniendo los dedos en un ademán de unidad, para dar todo a la humanidad. “La energía superior penetra por la mano derecha y forma a través del tórax una cadena visible para los iniciados, y como es una gracia universal llaga a la Tierra por conducto de la palma izquierda” (Goytisolo, Juan. 1986. p. 576). Los pies juagan un rol fundamental, ya que el pie izquierdo no deberá de perder contacto nunca con el piso, mientras el pie derecha será el encargado de realizar, un pasé, es decir, subir hasta la rodilla, para decender hacia la parte posterior de manera envolvente, realizando una acción de motor impulsor del movimiento y del giro. “Al pie izquierdo se le designa con uno de los noventa y nueve nombres de Dios, al-Qayyum, “el eterno sostenedor de las cosas”, mientras que el pie derecho se le conoce con el nombre divino de al-Hayy, “el que está vivo”. http://instituto-sufi.blogspot.com/2008/05/rum-y-la-msica-suf-mevlev.html
                        Para que un iniciado obtenga el entrenamiento adecuado para el girar, deberá someterse a una iniciación, en donde:
“Tradicionalmente, los derviches de la tarîqa mevleví turca se han ayudado de un curioso elemento a fin de aprender dicho movimiento de los pies. Consiste en un trozo de madera de aproximadamente un metro cuadrado, que tiene un pivote clavado justo en el centro. El derviche inserta en dicho pivote su pie izquierdo, entre el dedo gordo y el segundo dedo, de tal manera que, cuando el pie derecho aviva el impulso del giro, el pie izquierdo no se desplaza y la figura pueda comenzar a perfilar una espiral que asciende verticalmente” http://instituto-sufi.blogspot.com/2008/05/rum-y-la-msica-suf-mevlev.html

En dicho entrenamiento, el aprendiz, coloca un puño de sal alrededor del clavo, en donde inserta sus dedos, con el fin de cauterizar las cortadas que la iniciación impone. “En la tradición mevleví, la sal simboliza la esencia divina que permite la transformación, esto es, ir más allá de la forma, a través de la danza”. http://instituto-sufi.blogspot.com/2008/05/rum-y-la-msica-suf-mevlev.html
Continuando con la ceremonia, una vez que todos los giradores han penetrado al semahame, el semazenbashi, camina entre ellos señalando y cuidando su ubicación.
El movimiento en espiral ascendente, “representa la entrada en el mundo de la espiritualidad. Y esto es así puesto que la danza mevleví, cuyo nombre técnico es en árabe Muqâbala o Mukkabele, prefigura el viaje interior del alma del hombre al encuentro –ese es el significado de Muqâbala- del Amigo divino http://instituto-sufi.blogspot.com/2008/05/rum-y-la-msica-suf-mevlev.html. 
            El semazanbashi, alerta a todo, cuida la ubicación y posición corporal de los giradores danzantes, y en cierto momento de la música, da un golpe en el piso, señal de que es tiempo de recogerse, suspendiendo de súbito su girar, y retomando la posición inicial, abrazándose y reuniéndose con el girador más cercano, en los límites del círculo. A una nueva señal, los giradores regresan a formar una fila al lado del Sheyk, e iniciar el segundo Selam. En los primeros tres Selam, se gira alrededor del “Semahame”, e iniciaran de igual manera, postrándose frente al Sheyk, besando su mano derecha y siendo indicados de su posición a tomar por el semazenbashi.
            Cada Selam, posee sus propios significados, los cuales han sido mencionados arriba, sin embargo, no podemos dejar de embriagarnos ante la siguiente descripción:
El primer salâm representa la conversión, el nacimiento espiritual del derviche a la verdad. Sus ojos se abren a la realidad interior. El derviche se sabe pequeño ante Dios, su creador. El segundo salâm tiene que ver con la mirada exterior del derviche. El mundo ya no le deslumbra ni ciega como antes. Para él todo es ahora un espejo que refleja la belleza y majestad de Dios. El tercer salâm significa el punto culminante de la vivencia espiritual del derviche: la contemplación. El derviche no es un hombre de fe sino de visión. http://instituto-sufi.blogspot.com/2008/05/rum-y-la-msica-suf-mevlev.html

En el cuarto y último Selam, el girador gira sobre si mismo, sin desplazarse en círculo, sino que al contemplar que todos los giradores se encuentran ya dentro del “Semahame”, este conservará su lugar hasta el final. El Sheyk, se integrará en el girar, y avanzará hasta el centro de todos ellos, el lugar del hombre santo. Este Selam “simboliza el compromiso del derviche con el género humano. Mientras su ser interno permanece imperturbable en presencia de Dios (baqâ), su acción en el mundo es un ejemplo de sabiduría, justicia y bondad”. http://instituto-sufi.blogspot.com/2008/05/rum-y-la-msica-suf-mevlev.html
            Al final de este cuarto “Selam”, hay un solo de Ney, los giradores terminan de girar. Se oye un canto que significa el regreso a la vida ordinaria, durante este canto” (Sociedad de Estudios Para el Desarrollo del Hombre A. C. 1996. p. 9), los giradores se postran en el piso, y a un toque del semazenbashi, indica a quienes deberán de ir por las Hirkas de los giradores y colocárselas sobre la espalda. El semazenbsahi agradece y glorifica a Hz. Mevlana con una oración” (Sociedad de Estudios Para el Desarrollo del Hombre A. C. 1996. p. 9).
            Los giradores se reagrupan sobre la alfombrilla frente a los músicos, quienes se les unen en la fila sobre la alfombrilla, y ya reunidos, gritan la palabra “Hu…” que significa “La Unidad”, esperan a que el Sheyk abandone el semahame, e inician el “ritual de salida, en donde uno por uno, toma la mano del que está adelante en la fila, se observan a los ojos, se besan mutuamente las manos y reconocen el rostro de Dios en el otro, esto se prolonga hasta que todos los giradores ya han visto el rostro de todos los giradores, el éxtasis impregna la salutación y el llanto se vuelve un verbo, impregnado de sabiduría, placer y gozo por la vida.

            Dicen que proverbio de dominio público; “un bien a veces provoca un mal y que un mal provoca un bien”, y este es el ejemplo más claro de ello, en el año de 1925, el 13 de diciembre (1.341 H.), Kemal Atatürk, fundador de la moderna República de Turquía, emite la Ley 677 en la que
“Prohíbe y suprime la profesión de cuidador de tumbas, la asignación de nombres místicos y ordena la clausura de Tekkes (Albergues Derviches), Zaviyes (Albergues Derviches centrales) y tumbas, así como un gran listado de prohibiciones relacionadas con la vida mística de los derviches…, bajo pena de ser encerrados en prisión por tres meses o el pago de por lo menos cincuenta liras turcas” (Friedlander, Ira. 1975. p. 76).

“Sin embargo, los derviches continuaron reuniéndose en privado, amparados por la ley de libertad de creencias, y con la convicción de que si el Tekke ya no existía ellos deberían ser, en sí mismos, el Tekke” (Goytisolo, Juan. 1986. p. 583).
            Y es gracias a estas prohibiciones que la danza de los derviches viajó hacia el mundo y podemos obsérvala, disfrutarla y sí el amigo divino lo permite, ejecutarla…
Por último habremos de mencionar que la distancia sigue siendo infinita entre lo que uno pretende encontrar en el infinito pozo del conocimiento que nos brinda el saber y lo que el universo no manifiesto a nuestros pobres sentido nos derrocha constantemente es su intento por conducirnos amorosamente a un despertar. El camino de la danza, de las danzas sagrada, rituales o cualesquiera que estás sean son una ruta, un camino que nos lleva a contemplar nuestra inmensidad. Pulir el espejo con el que observamos la realidad es nuestra tarea. La invitación amorosa hacia el despertar es permanente:

“Ven, ven, quienquiera que seas,
Un incrédulo, un adorador del fuego, ven.
Nuestro convento no es de desesperación.
Aún si has roto tus votos un centenar de veces,
Ven, ven otra vez.



Barre la recamara de tu corazón.
Alístala para ser la morada del amado.
Cuando tú te vayas, Él entrará
En ti, vacío de ti mismo, El desplegará
Sus bellezas.



Lo que no debo ver, permíteme no verlo;
Lo que no debo oír, permíteme no oírlo;
Lo que no debo saber, permíteme no preguntarlo.
Amado, estoy contento con ambos,
Tú palabra y Tú silencio.


  “Bismi’llah ir rahman ir-rahim”
(En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso)


A mi Maestro
Mevlana Jelalu-d-Din Rumi
(30 septiembre de 1207)


Bibliografía:
_          Shaykh Fadhlalla Haeri (1992). "El Sufismo" Su significado en el mundo de hoy. (Traducido por Guadalupe Rubio de Urquía). Madrid, España.: Editorial. EDAF, S. A. (Original publicado en 1990.)
_ Al-Jerrahi, Nur. (1989.). "Nueva Luz Sobre la Ciencia Sufi". Recolección de la miel. Colección Senderos Sufi. México.: Editorial Letras.
_ Shah, Idries. (1993). "La Sabiduría de los Idiotas". Cuentos de la tradición Sufi. (Traducido por Alfonso Colodrón.). Madrid, España.: Editorial ADAF, S. A. Arca de Sabiduría. (Original publicado en 1969-70).
_ Material Fotocopiado: Friedlander, Ira. (1975). “Los Derviches Giradores” MacMillan Publishing Co., Inc., Nueva York.
_ Shemsu -D-Din El Eflaki. (1997). "Leyendas de los Sufíes". Historias de la vida y enseñanza de Rumi  (Traducido por Alfonso. Colodrón. Seleción de James W. Redhouse.). Madrid, España.: Editorial EDAF, S. A. por acuerdo con Theosophical Books, Ltd., Londres (U.K.). (Original publicado en 1976.)
Documentos:
_ Sociedad de Estudios Para el Desarrollo del Hombre A. C. Grupo de la Cuidad de México. 7° Aniversario del GIRAR en México (1996). "El Amante Espejo del Amado" El Girar en México. México.: Sociedad de Estudios Para el Desarrollo del Hombre A. C.

Revistas:
_ Goytisolo, Juan. (1986/Febrero/9). Los Derviches Giróvagos. El País Semanal, p. 21 a 30.

_ Tercero, Magali. (Junio 1981.). "Los Derviches Danzantes". Revista de Geografía Universal. Edición Internacional., p. 561 a 583.

Documentos de Internet:
Nawwab, Ismail. Speers, Peter y Hoye, Paul. (2009). Breve historia del Islam: El Profeta del Islam. Consultado en Consultado en Marzo. 12, 13, 14, 18, 19, 20, 21. 2011 en http://www.islamreligion.com/es/articles/317/viewall/

Cahen, Claude. (1a. Edición. 1972). El Islam: I. Desde Los Orígenes hasta el Comienzo del Imperio Otomano. Consultado en Marzo. 12, 13, 19, 20, 21. 2011 en:

Malak (2007). Sufismo y mundo Chiita. Consultado en 03/21/2011  en http://www.musulmanas.org/foro/showthread.php?t=796.

Fuentes Internet:

Videos:
Simons, Carl.  (Productor), y Broughton, Simon. (Director). (2005). Sufi Soul The mystic music of Islam. "Alma Sufi"   La música mística del Islam.: Channel 4.com/culture. Next Digital Music. Awward 2005. Traducido y subtitulado por johnnyramm. Written and presented by William Dalrymple Archive ITN BBC Motion Gallery Junoon LGM Productions LGM –Arte-2004. MWTV for channel 4 2005.

Links para ver y disfrutar el éxtasis del girar:

Música Sufi:



[1] Material fotocopiado: Ira Friedlander “Los Derviches Giradores”.
[2] Esta vestimenta que adopta Mevlana en este momento, se ira constituyendo en el vestuario de los derviches giradores al momento de la ceremonia, en donde la camisa blanca, a la que se hace referencia, estará atada del lado derecho, mientras el lado izquierdo pende libremente, y el fez, tomará la forma de lo que actualmente conocemos como sikke (que representa la lápida de la tumba).

[3] Selam (Salam): Usado como sustantivo con el significado de “paz, salud, salutación, saludo”. Frecuentemente usado en el Corán como una forma de saludo. También una letanía que es pronunciada desde los minaretes cada viernes cerca de media hora antes del principio del adhan de medio día. También: las bendiciones del Profeta que son cantadas desde los minaretes durante el mes de Ramadan cerca de media hora después de medianoche (Friedlander, Ira. 1975. p. 85).

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